¡Qué poco duele el dinero de Juan Pueblo! El gobierno de Vilagarcía, apoyado por el PP, está empeñado en deshacer, en vez de en construir, proyectar, mirar hacia adelante.
La terquedad de instalar el Obelisco en Rey Daviña es un ejemplo más de chulería política, de la que tantos ejemplos se han visto en anteriores y presentes tiempos.
El problema es que hasta ahora, el gobierno de Varela solo quiere enmendar en vez de presentar iniciativas que conduzcan a la ciudad hacia un futuro más próspero.
Y no todas salen como debería. Lo del mercado de abastos no tiene justificación, lo de la finca de Megasa es otra pataleta perdida, lo del Obelisco, un despilfarro, lo de la casa Becerra, una bravuconada; lo del castro de Alobre, una fantasía animada y hasta sale mal, lo de la iluminación navideña.
Ha pasado medio año y no se ha visto ni una sola iniciativa que redunde en beneficio de la ciudadanía. Más bien al contrario, solo gastos y restricciones.
Baste recordar que Ravella ya gastó 4.500 euros en la base del Obelisco cuando se iba a instalar en la plaza de Galicia o el dinero que supone el desmantelamiento del Cira, que ni siquiera contaba con el proyecto de demolición -menuda multa le caería a un particular tal anticipación-
Era sabido que lo único que importaba era garantizarse los sueldos como concejales, da igual si del gobierno o de la oposición.
Y mientras tanto, los vecinos a rascar el bolsillo. Porque tasas no perdonan ni una,
