Claro que también me asalta un temor cada vez que pienso en el futuro que es el de mis nietos que, nunca se sabe, podrían con el tiempo depender económicamente de este entarimado que hoy genera la polémica. Y es que, en el caso de ENCE, por ejemplo, aseguran que van a modernizar toda la factoría y a reducir costes de producción. Me pregunto si al referirse a esos costes de producción piensan en el personal que allí trabaja porque, es una realidad palmaria y así nos hemos ido metiendo en la crisis, que donde ahora hay unos cuantos obreros, puede ser que, con una máquina manejada por unas palancas que incluso pueden estar pulsados por otros botones, se eliminen un montón de puestos de trabajo que son lo que realmente nos interesan porque, cada uno de ellos, es el sustento de una familia. La dirección de la fábrica se ha apurado a decir, en unas declaraciones recientes que se mantendrán los puestos de trabajo y más aún, que habrá más porque se ampliará la industria actual. Habrá que tomar nota para recordarle a la empresa, si a mano viene, que tiene un compromiso real adquirido con esas declaraciones. "Ollo!".
