Al César lo que es del César. Las noticias informan que entre los diputados provinciales del PP con dedicación exclusiva figura el ex alcalde de Lalín, Xosé Crespo, y el concejal de Vigo Chema Figueroa. Trato de buscar el nombre de José Enrique Sotelo y no lo encuentro. Resulta que su propio partido lo dejó como concejal raso y le obligó a compartir el escaño con el ex alcalde de Moaña, José Fervenza (dos años uno y dos años otro). Y reconozco la injusticia. Es mucho más difícil sacar 8 concejales en Cangas que perder la mayoría absoluta en Lalín, como la perdió el Partido Popular. Es más difícil también sacar ochos ediles en Cangas que siete en Vigo. El partido de Mariano Rajoy y Alberto Núñez Feijóo optó por premiar a los que fueron claramente perdedores en las últimas elecciones municipales y castiga a los que mantuvieron el tipo. Uno recuerda aquella maniobra del pasado, con ecos de traición, en la que el que fuera alcalde de Lalín dio un volantazo al permitir con su voto que Rafael Louzán gobernara la Diputación de Pontevedra y que José Enrique Sotelo, que era el candidato de Xosé Cuiña, se quedara como el martes se quedó De Gea. Demasiado castigo para un hombre entregado al Partido Popular como Sotelo.
