A ver, fratres: hay que tener cuidado con las ayudas, subvenciones y demás, vengan de donde vengan. Y no ya solo porque ahora se miran con lupa. sino porque ya el refrán tiene advertido que la avaricia rompe el saco. Y eso de censurar en público las que dan a otros mientras el criticón las recibe a gogó, manda caralho: levanta ronchas y puede causar reacciones alérgicas y hostiles, sobre todo en estos tiempos en los que se hace cada vez más cierto eso de que quien no corre, vuela. Uyuyuy...

Y es que, hablando de vuelos ytalytal, avecilla insiste en que cuando planea sobre el campo pepero olívico detecta muy notables cambios en el paisaje. Ya no se aprecia tanta vegetación, quizá porque se precisa menos camuflaje, y lo que antaño era pura y dura ira antiabelina, hogaño ha pasado a ser mera rivalidad política mejor estructurada y más sosegada.Y lo que antes se descalificaba como localismo ahora se trabaja como útil-política-de-defensa-ciudadana. Oé, oé, oé...

Sea como fuere, no vayáis a pensar que todo el monte es orégano y que donde antes había arcabuces y sables de abordaje entre los dientes ahora son todo flores, fair play y piezas de minué. Las críticas a las que se refiere el pájaro forman parte de un estilo nuevo en el que se combinan el palo -mucho- con algo de zanahoria -poca- para que de ese modo tan práctico se compruebe que los tiempos no son lo que eran, pero más en la forma que en el fondo. Por si las moscas. Jo.

Anacleto, que también sigue con sumo interés esa evolución -y de paso sus efectos patógenos en la flora intestinal del núcleo más agreste del lobby del norte- no sabe bien a quién atribuir el cambio de táctica, que junto a otros elementos ya se va notando -aunque muy poco a poco- en los sondeos. El agente secreto duda en atribuir la autoría, pero está seguro de que, por la paciencia que requiere, resulta evidente que es de origen chino. Y en ese sentido, y después de pensarlo muy detenidamente, tan solo quedan dos candidatos: o bien se trata de Sun Tzú o del propio Mao Tse Tung. ¿Capisci?