Estados Unidos ganó la medalla de oro de la gimnasia femenina con un equipo de cinco mujeres excepcionales en el que despunta el portento de fuerza, técnica y seguridad que es Simone Biles.

La ganadora de diez títulos mundiales añadió a su libro de récords la primera medalla olímpica de las cinco a las que aspira en Río. Disputará también las finales del concurso completo, suelo, salto y barra, con máximas opciones de llevarse el oro en todas ellas.

Las estadounidenses, que ganaron el título en Londres 2012, prolongan un ciclo más su hegemonía. Sumaron 184,897 puntos y las acompañaron en el podio Rusia (176,688), que también repite la plata de Londres, y China (176,003), que regresa al cajón después de la cuarta plaza de hace cuatro años.

Tres gimnastas por país pueden salir por aparato, a elegir entre las cinco de cada equipo. Biles salió en todos y no falló en ninguno: 15,933 en salto, 14,800 en asimétricas, 15,300 en barra y 15,800 en suelo.

Si a la regularidad de Biles se le añaden pinceladas de genialidad como el ejercicio de asimétricas de la campeona del mundo de la especialidad, Madison Kocian (15,933), o el de suelo de su campeona olímpica Aly Raisman, no hay competición por equipos que se le resista a día de hoy a Estados Unidos.

Gaby Douglas, oro absoluto en 2012, y la prometedora debutante Lauren Hernandez completan el grupo campeón.