Dulce amanecer de agosto para el deporte gallego. El destino ha querido que el octavo día del octavo mes del año aparezca marcado en rojo en el calendario del deporte gallego. Será una jornada especial para los amantes del remo. También para O Morrazo, que aspira a ver como uno de sus vecinos puede convertirse en leyenda si gana una de las medallas que están en juego en la prueba C-1 1.000 metros.

El escenario será el canal de Eton Dorney. Es un escenario que, a priori, no favorece a los palistas zurdos (como es el caso de David Cal) por el viento. Pero el morracense competirá en la calle siete, una parte que está bastante protegida del viento. Las principales amenazas para el cangués son sus competidores en el agua. El húngaro Attila Vajda, el alemán Sebastian Brendel (ambos zurdos) y el francés Mathieu Gobel (mejor registro en las semifinales) son los favoritos para privar a David Cal de convertirse en el mejor español de la historia en unos Juegos Olímpicos.

El canoísta cangués espera, por lo menor, estar presente en el podio. La prueba en la que compite, C-1 1.000, fue en la que conquistó el oro en Atenas. Las otras tres platas se reparten en la competición de C-1 1.000 en Pekín y las de C-1 500 en los Juegos Olímpicos de 2004 y 2008. Si Cal conquista un nuevo metal mañana será el deportista español con más preseas en unos Juegos Olímpicos. En esos momentos posee cuatro, las mismas que Joan Llaneras y Arantxa Sánchez Vicario.

A las 10:48 (una hora menos en Londres), David Cal navegará con su canoa hacia la eternidad. El peaje para convertirse en leyenda, una medalla. Da igual cuál de las tres. La quinta presea es la que convertiría al palista cangués en el mejor deportista español de la historia en unos Juegos Olímpicos. Es, sin duda, una cita imprescindible para el deporte gallego.