La directora del Museo Massó tiene muy claro que la captación de los más jóvenes debe pasar por "ofrecer la posibilidad de aprender y jugar", con el objetivo último de "crear una conciencia sobre el patrimonio histórico. Si el niño tienen una experiencia positiva posiblemente la traslade a su etapa adulta".

De este modo, se han realizado un total de 65 obradoiros, de los cuales 40 han estado dirigidos a centros educativos, 13 a otros grupos y 12 más de inscripción libre destinados a participantes individuales. "A nosotros siempre nos ha parecido que el visitante individual es el que tiene más mérito. Esa motivación individual es fundamental", señala.

El Museo ha acogido a lo largo de este año las exposiciones temporales "De Punta Balea a Cabo Morás. A caza moderna da balea en Galicia" y "A arte de navegar. A colección de Antonio Rama".