Los vídeos publicados por la Policía de Charlotte (Carolina del Norte, EE UU) sobre la muerte del afroamericano Keith Lamont Scott a manos de un agente el pasado martes no aclararon si iba armado y dieron paso a la quinta noche de protestas consecutivas. Las dos grabaciones no han servido para convencer ni a la familia de la víctima ni a los manifestantes de que la versión policial es cierta: que dispararon a Scott porque iba armado y era una amenaza.