El retraso del avión que ayer le condujo de Moscú a Vigo trastocó los planes de la expedición del Spartak en su preparación del partido del jueves ante el Celta (20.45 horas). En A Madroa, donde se entrenó por la tarde, parte del equipo técnico moscovita trataba de situar el lugar donde intentarán superar el 0-1 del partido de ida para alcanzar los octavos de final de la Copa de la UEFA.

El equipo moscovita aterrizó en Peinador sobre las tres de la tarde, dos horas después de lo previsto. Esta demora obligó al equipo que entrena Fedotov a modificar el horario del entrenamiento en A Madroa. Minutos antes de las seis de la tarde, el conjunto ruso llegó a las instalaciones deportivas del Celta, que le cedió el campo de entrenamiento del filial.

Allí, y por espacio de una hora, la expedición del Spartak trabajó con una intensa lluvia y una sensación térmica muy baja, seguramente inimaginable cuando partió de la nevada capital rusa con la ilusión de encontrar el sol español.

Fedotov incluyó a dieciocho jugadores en la expedición, algunos de cuyos miembros trataban de averiguar la localización exacta de la ciudad que le acogerá durante los próximos días. Los más experimentados apuntaban como referencia Oporto, uno de los principales destinos de las competiciones europeas. Al norte de la ciudad portuguesa situaban Vigo, donde dos de sus antiguos discípulos, Karpin y Mostovoi, protagonizaron muchas jornadas de triunfo con la camiseta celeste.

El servicio de prensa del Spartak no dio los nombres de los jugadores que viajaron, pero precisó que en Moscú se habían quedado el centrocampista moldavo Covalciuc y el delantero holandés Quincy, ambos por lesión.

Tras empatar la semana pasada en Moscú frente al Celta (1-1) el partido de ida de los dieciseisavos de la UEFA, el Spartak ganó el domingo por la mínima al club Sibir, de la segunda división rusa, en el primer encuentro de los octavos de final de la Copa de Rusia.

En ese partido no jugaron tres de los titulares del Spartak: el defensa Jiranek, el centrocampista Titov y el delantero Pavlyuchenko, a quienes el técnico, Vladimir Fedotov, dio un descanso de cara a la revancha con el equipo vigués.

Antes de pisar Balaídos, la expedición rusa volverá esta tarde a los campos de A Madroa para preparar el partido. Ahora ya saben con mayor exactitud a donde le ha llevado la UEFA tras quedar apeados de la Liga de Campeones. Están a unos 150 kilómetros de Oporto.