El parón del sector acuícola en España, sin apenas crecimiento en más de una década, provocó que se dejasen de invertir en torno a 600 millones de euros e impidió que se creasen 3.000 empleos. Son las cifras que aporta Javier Ojeda, gerente de la Asociación Empresarial de Productores de Cultivos Marinos (Apromar).

-¿Cuál es la situación actual?

-En cifras, España sigue siendo el principal estado miembro productor de la UE. Se producen muchas especies diferentes, unas veinte, pero la situación para cada una de ellas es muy diferente. La producción de moluscos está estable pero no muestra capacidad de crecimiento. Sin embargo, la producción de peces, sobre todo marinos, en los últimos quince años ha sido un sector dinámico, en crecimiento y con producción de empleo de alta calidad. A día de hoy ya no somos tan optimistas. Percibimos que si no hay cambios en la gobernanza de la acuicultura el sector se puede quedar paralizado y no crecer en el futuro.

-Se quejan de dificultades burocráticas para crear una empresa acuícola o construir piscifactorías...

-La maraña normativa es tan intrincada que o están muy bien lubricados los engranajes de la Administración pública o se hace completamente imposible lograr permisos y autorizaciones. Y lo que hasta hace poco era posible, pero con muchas dificultades, hoy prácticamente no lo es. En Apromar hemos empezado a dar la señal de alarma de que hasta en las comunidades autónomas que llevaban mejor la competencia de acuicultura, como Galicia o Murcia, se dan muestras de agotamiento y de que el sistema no funciona.

-¿Cuál es la situación en Galicia?

-Es incluso peor porque el marco normativo que debería dar seguridad jurídica a las inversiones en acuicultura, que es el Plan Director de la Acuicultura, lleva atascado muchos años. Los sucesivos Gobiernos que tuvo la Xunta no fueron capaces de ofrecer a la sociedad gallega un plan de acuicultura eficaz que permita que la actividad crezca y se cree empleo.

-¿Cómo calificaría la situación?

-De alarma. En Apromar hemos calculado que la inversión material no producida en acuicultura marina de peces en los últimos diez años en nuestro país está en el entorno de los 600 millones de euros y se habrían podido crear 3.000 empleos. Y todo por no facilitar los permisos para construir granjas.

-El secretario general de la Consellería do Mar pide calma a los productores y un cambio de mentalidad...

-Pedir calma no es razonable a estas alturas de la película. Ya han pasado muchos años sin que se apruebe el Plan Director.