Los muelles del puerto vigués donde habitualmente amarra durante sus estancias en tierra la flota de altura y gran altura, los de Beiramar, albergan en las últimas semanas y días a gran parte de los buques de la flota que opera en las islas Malvinas, que regresó en el mes de mayo de su primera campaña de pesca de calamar y ya empieza a zarpar de nuevo hacia la faena o prepara su inminente salida hacia el caladero del Atlántico Suroccidental en busca de su especie objetivo.

La pesca de este cefalópodo -calamar patagónico- se realiza en esas aguas sudamericanas durante dos campañas al año. La primera de ellas, que se iniciaba el pasado 24 de febrero, terminó el 30 de abril tras lo que la mayor parte de los buques regresaron a sus puertos base de Vigo o Marín, para descargar sus capturas.

Y, después de unas semanas en el muelle, ya se preparan para acudir a la segunda fase de la campaña anual de pesca.

En concreto, la nueva temporada se inicia oficialmente en aguas del archipiélago atlántico bajo dominio británico el próximo día 15 de julio y concluirá el 30 de septiembre, es decir, dura dos meses y medio, durante los que el sector espera completar una buena pesca.

Las capturas anuales de calamar patagónico en el caladero de Malvinas rondan las 50.000 toneladas, según explicaron a este diario fuentes del sector, que también señalaron su confianza en que esta segunda tanda de pesca permita cumplir las expectativas y alcanzar esa cantidad.

Y es que la primera parte del año la pesca de calamar patagónico fue "normal, tirando a baja", aunque sin querer concretar más datos.

En total, la flota viguesa que opera en Malvinas está integrada por 17 buques, propiedad de sociedades mixtas constituidas con capital gallego -mayoritariamente vigués- en el archipiélago atlántico. El gobierno malvino concede licencia de pesca a estos buques y la gestión de la actividad no se establece según el modelo de cuotas sino por días de pesca.

En paralelo con el regreso de los pesqueros a Galicia tras la primera fase de la campaña de pesca, las naves y empresas frigoríficas asentadas tanto en el área de Vigo como en la de Marín intensificaron su actividad para recibir las nuevas capturas de calamar, que llegan tanto en los propios buques pesqueros como en barcos mercantes, en contenedores frigoríficos.

Según datos sectoriales, las importaciones de calamar patagónico a la UE -mayoritariamente a través de España y Vigo- sufrieron en 2011 uuna fuerte reducción -44,5% respecto al anterior-, aunque por encima de las 30.000 toneladas.