Las enfermeras Patricia Lago López y María José Parrado Alonso están convencidas de que si una persona mejora su humor, gana inteligencia emocional y consigue enfrentarse mejor al día a día, reduciendo el estrés. Por ello, han investigado en las técnicas de risoterapia como "una herramienta más" para atender a los pacientes y han ideado un modelo de taller para aplicarlas en los centros de salud, con fines tanto terapéuticos como preventivos. Su estudio ha ganado la segunda edición de los Premios de Investigación para residentes en Atención Familiar y Comunitaria.

Residentes de último año de esta especialidad, Lago y Parrado pusieron en práctica sus conocimientos de risoterapia -en la que se formaron a lo largo de 2016 y 2017- en sus centros de salud, Matamá y Pintor Colmeiro, respectivamente. Desarrollaron una veintena de talleres. En los 14 primeros probaron una serie de ejercicios, que grabaron en vídeo. Con esta experiencia y analizando las imágenes, desarrollaron un modelo estándar para aplicar con adultos en Atención Primaria. En el resto de sesiones, lo pusieron a prueba.

Lago López explica que mezclan juegos que solo buscan la risa -que "genera unas sustancias que necesita todo el mundo"-, con educación para la salud, para "aprender a través de la diversión". Además de avanzar en la inteligencia emocional de la persona, este tipo de actividades también mejoran la relación entre el paciente y su enfermera, generando una confianza que luego resulta muy útil en la consulta. Invitaron a sus pacientes y acudieron una media de 25 personas a las sesiones. Una aplastante mayoría -casi el 90%- fueron mujeres.

Tras las sesiones, las enfermeras testaron la opinión de sus colegas -enfermeras y médicos-. Lago cuenta que la reacción fue "bastante positiva". La habían probado dos de cada diez encuestados y "la mayoría cree que tiene utilidad". De los otros ocho, cinco tienen curiosidad por participar.

De hecho, ya han tenido peticiones de otros centros de salud y también lo han probado en pacientes pediátricos hospitalizados. Proponen que se adapten talleres de risoterapia a siete poblaciones diana diferentes: niños ingresados, en el colegio, con discapacidad física o intelectual o con trastornos del espectro autista; mayores dependientes; y adultos en el ámbito laboral o en centros de salud. Ellas están centradas en estos últimos y, tras crear la metodología, su deseo es que el Sergas introduzca esta actividad en Primaria.

La Unidad de Investigación y Docencia del Sergas en Vigo premió su investigación "por su originalidad y por exponer alternativas de cuidados a los pacientes". El galardón les otorga una subvención para exponer y difundir su trabajo en la reunión anual de la Red Europea de Investigación en Atención Primaria, que se celebra en Sarajevo, en octubre. Además, con las grabaciones, están preparando el documental "La risoterapia es una cosa muy seria", que presentarán en el Congreso Mundial de Enfermería, en agosto, en Londres, y en el XXI Certamen Internacional de Cine Médico, en Badajoz, en noviembre. Agradecen el apoyo de Adicam y a la Escuela Permanente de Risoterapia.

Como segundo clasificado, el jurado también reconoció el estudio de Javier Robles Y Goretti Fernández, residentes de cuarto de Medicina de Familia en Sárdoma y Val Miñor, respectivamente, sobre los análisis que se realizan cuando hay sospecha de posibles trombosis en pacientes de Primaria.