¿A qué responde la elección del patrón de los ingenieros industriales? "San José era creativo, en aquel tiempo no había Ikea, habilidoso, porque hacía un trabajo técnico, muy buena persona y pragmático. Y nosotros somos un poco así". A esta divertida reflexión que ayer hizo la subdirectora Ana Mejías habría que añadir la versatilidad de unos profesionales que además de trabajar en todos los sectores también combaten enfermedades.

Y el nuevo grado de Ingeniería Biomédica que la escuela estrenará en septiembre abrirá todavía más las posibilidades en un campo sanitario que ya recurre desde hace años a titulados vigueses en organización industrial como María Luisa Brandt, la nueva gerente de Povisa, o Oswaldo Álvarez, consultor con una amplia trayectoria en el ámbito biotecnológico y farmacéutico que ayer pronunció una charla en la sede de Torrecedeira titulada "Ingenieros en la tierra de las batas blancas".

Mañana se celebra el día mundial de la tuberculosis, una enfermedad que ya ostenta el título de "la mayor asesina de la historia" con mil millones de personas fallecidas, por encima de la malaria, el cólera o el sida. A día de hoy se registran 10 millones de nuevos casos y 1,5 millones de muertes al año. Los actuales fármacos, recordó Álvarez, que participó en el proyecto de la nueva vacuna que desarrolla Biofabri durante una etapa anterior en la compañía, ya no son eficientes ante una enfermedad cada vez más resistente. Y en los países menos desarrollados se utilizan antibióticos que incluso fueron desechados en el primer mundo por su toxicidad.

El conferenciante también destacó el atractivo profesional del ámbito sanitario y señaló su elevado potencial en nuestra comunidad para poder hacer frente al envejecimiento de la población y retener el talento. "Es un campo para que los jóvenes se queden a trabajar en Galicia y aporten ideas y valor añadido", propuso.

También aprovechó su intervención para matizar la importancia de la vocación -"Con esfuerzo se puede conocer un tema y dominarlo y, a continuación, apasionarse por él", dijo- y subrayó que la actividad profesional no viene marcada por la carrera estudiada, sino por la aplicación que cada uno quiera dar a sus conocimientos.

El acto de San José arrancó con un homenaje al profesor José Antonio Vilán, que continúa recuperándose del accidente sufrido hace dos años. Un amigo recogió el obsequio de la escuela y trasladó en su nombre el "profundo agradecimiento" por el "apoyo constante" que recibe en su lucha "con gran determinación y ahínco".

El director del centro, Juan Pardo, quiso enviar a Vilán y a sus allegados la "fuerza y energía" de "su segunda familia, la escuela, la Universidad".

También aprovechó la celebración para agradecer la implicación de los trabajadores de la escuela y los alumnos. "Ya es muy grande, pero cada día la hacéis más", reconoció.

Asimismo, se refirió al proceso de acreditación del máster con atribuciones profesionales y a la incorporación de Ingeniería Biomédica a la oferta formativa de la escuela. "Dará proyección al centro y respuesta a las necesidades del mercado y la sociedad. Será un grado a la altura, del que saldrán buenos profesionales con buena reputación como hasta ahora", aseguró.