El parque nigranés cuenta en la actualidad con 120 empresas que emplean a una media de 900 trabajadores, aunque las previsiones que maneja hoy la Zona Franca es que cuando se consoliden el polígono y las últimas inversiones anunciadas el número de empleos aumente hasta los 2.000. Ante este rápido crecimiento, el consorcio espera comercializar en breve el servicio de cafetería, ya que cada vez son más los trabajadores que se quedan a comer en el polígono. El nuevo motor económico de Nigrán ya se ha dejado notar, por ejemplo, en los hospedajes del municipio, que se han renovado para captar visitantes vinculados a la actividad de las empresas instaladas en Porto do Molle.

Teresa Pedrosa no duda del papel importantísimo que han desempeñado las aceleradoras de empresas del parque, la Business Factory Auto (BFA), impulsada por PSA, Zona Franca, la Xunta y Ceaga (el clúster del automóvil), y VíaGalicia, para darle visibilidad a esta área de desarrollo empresarial. La BFA ya forma parte del ecosistema de I+D del que se nutre PSA para todo su dispositivo industrial, y algunas de las start-ups surgidas en esta aceleradora, como Situm o Merasys, ocupan un papel destacado como proveedoras de servicios de la multinacional automovilística francesa. "Las start-ups le han dado una visibilidad enorme al polígono", recalca Pedrosa.

Una vez se llene Porto do Molle, los parques de Zona Franca en la comarca estarán casi al 100% de capacidad. Balaídos está completo, Bouzas, por encima del 95%, al igual que el parque tecnológico y logístico de Valladares y A Granxa, en Porriño. De ahí la necesidad de ampliar Valladares, proyecto que está en trámite, y de comercializar la Plisan en Salvaterra-As Neves.