La puesta en marcha del nuevo radar permanente de la ciudad carece de calendario. La Dirección General de Tráfico (DGT) reconoce que "aún no hay una fecha prevista" para la activación del radar de tramo de los túneles de Candeán y A Madroa, en la autopista AP-9. "Está pendiente de verificación", apuntan desde la jefatura provincial de Tráfico, que desvincula la situación actual del dispositivo con las obras que se están desarrollando en el puente de Rande.

Hace dos años, tras un encuentro de la comisión autonómica de seguridad vial, la coordinadora de la DGT en Galicia, María Victoria Gómez, explicó que el radar de tramo de la AP-9 estaba en fase de instalación.

Un año después se apuntaba que el cinemómetro no había podido ponerse en marcha por los trabajos de ampliación del viaducto, que impedirían completar las pruebas de verificación necesarias para activar el nuevo dispositivo.

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Aunque los carriles exteriores de Rande ya están abiertos al tráfico, el puente sigue inmerso en obras. Hace varias semanas -solo mes y medio después de inaugurar las nuevas "alas"-, Fomento anunció que los operarios tendrán que trabajar durante meses en el tablero central y la antigua estructura del puente. Sus labores se centrarán en la reposición del firme, pintar el tablero, sustituir las juntas de dilatación e impermeabilizar el cuerpo original. El departamento de Íñigo de la Serna no concretó cuánto durarán los trabajos, pero sí deslizó que se daba hasta principios del verano para rematarlos.

Mientras duren, Fomento ha anunciado que será necesario realizar restricciones de tráfico en el viaducto. Desde la noche del 12 de febrero, de hecho, se aplican desvíos que obligan a concentrar en un solo carril del puente todo el tráfico que se registra en sentido Pontevedra y por otro el que circula hacia Tui. Las "alas" exteriores se mantienen para los vehículos que se mueven de Vigo a O Morrazo.

Velocidad en el tramo

Lo que sí ha trascendido sobre el nuevo radar de tramo de Vigo es que la Dirección General de Tráfico unificará en 100 kilómetros por hora (km/h) la velocidad máxima de los cinco kilómetros de AP-9. Cualquier vehículo que exceda esa marcha se expondría así -tras la puesta en marcha del dispositivo de control- a una sanción.

Según los datos que figuran en la web de la DGT, el radar de tramo de los túneles de A Madroa y Candeán será el primero de esas características en la provincia de Pontevedra. En A Coruña opera uno en la AG-55, otro en la AG-64 y un tercero en la AP-9F. Los conductores que circulan por Ourense también se topan con uno en la N-525. La A-8 -la Autovía del Cantábrico- a su paso por Lugo también soporta uno de estos modernos dispositivos de control de velocidad.

El nuevo cinemómetro se sumará a la red de radares fijos y móviles que se reparten a lo largo y ancho de la provincia y, en especial, en los accesos a Vigo. El tramo de la A-55 que transcurre entre la ciudad y Porriño es, de hecho, uno de los que registra una mayor concentración de dispositivos estáticos: seis en apenas 10 kilómetros.

En el conjunto de Pontevedra la Dirección General de Tráfico contabilizaba ayer 15 radares fijos que, además de por la A-55, se reparten por la AP-9, A-52, AG-41, N-550 y N-640. A esa decena y media de cinemómetros estables se suman otros 30 móviles salpicados por los diferentes viales de la provincia.

A diferencia de los radares fijos, los de tramo no penalizan los excesos de velocidad en un punto concreto, sino en un recorrido.