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La demanda de la mayor oferta de suelo industrial de Galicia

Los dueños chinos de Albo negocian implantarse en la Plisan de Salvaterra

Su proyecto necesitaría 70.000 m2, el equivalente al 70% de la primera fase urbanizada en Salvaterra -Ejecutivos de la compañía llevan meses de contactos con los promotores del megapolígono, Puerto, Zona Franca y Xunta

Hugo Barreiro

La conservera Hijos de Carlos Albo figura entre el grupo de importantes compañías con un "interés real" por asentarse en la Plataforma Logística e Industrial de Salvaterra-As Neves (Plisan) que el presidente del Puerto enfatizó este viernes al término del Consejo de Administración. Enrique López Veiga evitó revelar la identidad de las empresas que alimentan la convicción compartida por los otros dos promotores del megapolígono (Zona Franca y Xunta a través del Instituto de Vivenda en Solo-IGVS) en la demanda de estos terrenos que en un año, tras 15 desde el inicio del proyecto, estarán en condiciones de ser ocupados. Pero en buena medida el optimismo institucional pilota sobre el ambicioso plan de Albo que los responsables de las tres instituciones conocen directamente. FARO confirmó por distintas fuentes conocedores de los proyectos impulsados por los nuevos dueños de la firma viguesa, el holding chino Shanghai Kaichuang Marine Internacional, que la Plisan está en su punto de mira para la construcción de una nueva planta que ocuparía 70.000 m2, equivalente al 70% de la primera fase programada para estrenarse en 2019.

Quienes conocen los contactos que desde hace meses llevan manteniendo los ejecutivos asiáticos con responsables de las instituciones accionistas del Puerto Seco aseguran que esta localización "ganó puntos" para Shanghai Kaichuang a finales de año. Fechas coincidentes con el relanzamiento del polígono escenificado con la aprobación por parte de Zona Franca de una inversión de 10 millones dirigida al acondicionamiento del millón de metros cuadrados. El inminente inicio de estas obras y de la comercialización de los 420.000 m2 destinados a acoger empresas llamaría la atención de los dueños de Albo ya que a partir de este momento comenzaron a preguntar por plazos de disponibilidad de las parcelas y precios. También llamaron a la puerta de la Consellería de Economía recabando información sobre posibles ayudas.

En ninguna de estas reuniones los ejecutivos chinos desvelaron el presupuesto que manejan para levantar esta nueva fábrica, aunque el hecho de que necesiten 70.000 m2 demostraría que "se trata de una megaplanta por lo que será una inversión notable", valoran las citadas fuentes. Solo la adquisición de este terreno supondría un desembolso de 3,5 millones tomando como referencia los 50 euros el metro cuadrado que las entidades promotoras fijaron de precio en el primer ámbito urbanizado.

Este abarca una extensión total de 100.000 m2 que estarán disponibles como muy tarde a principios de 2019. Plazos estimados oficialmente que ahora podrían sufrir algunas variaciones de fructificar el desembarco del grupo Albo en Salvaterra. Zona Franca está a punto de adjudicar los trabajos de la urbanización que incluyen la delimitación de parcelas. Así que si la conservera siguiera adelante con el proyecto podría reservar ya una "a la carta", adaptada a sus dimensiones y configurada a su gusto.

En total, la primera fase de la zona logística-empresarial cubre una superficie de 536.548 m2 orientados al norte del polígono. El plazo de ofertas a este concurso se cerró a principios de este mes con 18 presentadas y la previsión de Zona Franca era designar a la ganadora de la convocatoria el comité ejecutivo de marzo. Comunicado con la autovía Rías Baixas (A-52), el Puerto Seco ya cuenta con los servicios generales básicos; y la planta depuradora de aguas residuales y la potabilizadora también están en marcha, al igual que el apeadero del tren.

Cautela

Todo indica que el arranque del mayor polígono empresarial de Galicia resulta, ahora sí, imparable. Con todo, antes que las obras influiría más todavía en el aumento de las expectativas sobre su potencial demanda la entrada de una firma histórica de la talla de Albo. Por esta razón sus directivos cuentan de partida con las máximas facilidades. "Están convencidos de que la conservera provocaría un efecto llamada entre las empresas que buscan en la actualidad nuevos emplazamientos", inciden las mencionadas fuentes al tiempo que ofrecen algunas claves para entender el sigilo de sus negociaciones. Recuerdan lo ocurrido en 2010 con otro gigante asiático, el nipón Mitsubishi, con el que la Xunta fracasó en su intento de que construyera en el Puerto Seco la fábrica de baterías de litio para coches eléctricos. "Prima la cautela; con los chinos nunca se sabe", reflexionan.

Shanghai Kaichuang Marine Internacional se hizo con el 100% de la conservera viguesa con sede en el 41 de la calle Jacinto Benavente desde el verano de 2016 tras pagar 61 millones de euros. El grupo chino pertenece a su vez a Shanghai Fisheries, compañía que en mayo de 2017 se integró en Bright Food, un gigante propiedad del Gobierno de Shanghái con activos valorados en 16 billones de yuanes (2.000 millones de euros).

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