Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El Monterreal de Baiona cambia de propietario

El Gobierno anunció en 1963 la compra de la finca de 18 hectáreas por 19 millones de pesetas para construir el Parador Nacional

Imagen del Monterreal de Baiona, adquirido por el Gobierno en 1963. // M. G. B.

La compra por parte del Gobierno del Monterreal de Baiona causó "sorpresa" en la villa. Tanta que su alcalde en aquella época, José Pereira Troncoso, que llevaba once años en el cargo, reconoció en FARO que "no teníamos previsto ningún proyecto para esa zona. Nos ha cogido de improviso". Su ayuntamiento tenía un presupuesto de 1.200.000 pesetas, por lo que carecía de recursos para reformar la parcela, como era su deseo. José González, gobernador civil de la provincia de Pontevedra, le comunicó la noticia. El regidor municipal, que como otros muchos en aquella época se mostraba partidario de impulsar el turismo, desvelaba que más de 2.000 turistas residían durante casi todo el verano en la villa. Modernizar el Monterreal sería uno de los proyectos más ambiciosos en la historia de la villa.

La compra se cerró en 19 millones de pesetas, según se advierte en la información. En la misma se citaban algunos detalles de gran valor. Por ejemplo, la magnífica muralla del recinto y un depósito de agua con capacidad para 750.000 litros. En el acuerdo se añadieron también unas minas de agua fuera del recinto.

Pero el gran objetivo del Gobierno de aquella época era construir un Parador Nacional. Así se reflejaban en las declaraciones de ese día. Manuel Fraga y altos cargos de su ministerio tenían previsto desplazarse a Baiona para estudiar sobre el terreno el proyecto de construcción de un Parador Nacional. Ese era el gran desafío. Y las obras fueron rápidas. Así, el 20 de agosto de 1966 entró por la puerta del establecimiento el primer cliente, según cuenta la historia. No fue hasta 1967 cuando se realizó la inauguración oficial después de que se terminaran algunas obras que estaban pendientes.

El entorno natural, las magníficas vistas y el crecimiento del turismo eran las claves de todo este proyecto. El Ayuntamiento de Baiona había solicitado la mejora de los accesos a la Virgen de la Roca, hasta ese momento el lugar más importante para los visitantes. Ya había realizado mejoras en la playa de la Ladeira, otro de los enclaves emblemáticos.

El Parador de Baiona, junto al de Tui, formaban parte de un ambicioso plan. Según las estadísticas, el sur de la provincia de Pontevedra y el norte de Portugal tenían una población superior a los dos millones de habitantes. Facilitar la movilidad era un reto. La mejora de las comunicaciones, también. El Monterreal se consideraba un lugar estratégico, al menos eso decían las autoridades. En el Decano se informaba ese mismo día que también podría tener otros usos. Así, la Asociación de la Prensa de Vigo pidió que se construyera allí un gran centro internacional de prensa. Nunca llegó a hacerse.

El Monterreal, o Monte Boi, tenía un castillo que se había terminado de construir en el siglo XVI. Allí residió el Conde de Gondomar, Diego Sarmiento. Había sido propiedad de Ángel Bedriñana, un asturiano que lo consideraba como "una joya de España". Además de conservarlo, realizó algunas obras y construyó pista de tenis, frontón y bolos asturianos. Las crónicas cuentan que recibió numerosas ofertas para venderlo, pero que siempre pedía una cantidad que les parecía desorbitada a los compradores.

El recinto está rodeado por una muralla de 2.900 metros. En un paseo por la misma se pueden encontrar tres torres. La del reloj, en la entrada, tenía una campana que servía para dar la alarma en caso de ataque. En la de la tenaza se encontraban las baterías de defensa. Por último, la más antigua es del príncipe, donde existió un faro durante muchos tiempo que servía de guía para los barcos.

La apuesta turística de Baiona, con el anuncio de la compra por parte del Gobierno del Monterreal, se completó con el proyecto de celebrar la llegada de la carabela La Pinta con el anuncio del descubrimiento de América. Una celebración en los primeros días del mes de marzo que con el paso de tiempo se convirtió en un gran reclamo turístico, como es en la actualidad.

Compartir el artículo

stats