El uso de "cinturones verdes" para impedir el avance de los incendios forestales ya está extendido por diferentes ciudades de España. En Ourense, por ejemplo, la Diputación planteó esa medida a la Xunta en 2014 para atajar el problema que causa el fuego en verano. Su objetivo era reforzar la seguridad de los vecinos, de forma especial en aquellas zonas más próximas a los montes. En el municipio salmantino de Béjar disponen también de una franja de árboles. Debido a la situación de sequía que se vivió a finales del año pasado y anticipándose a los fuegos, el Consistorio realizó labores de desbroce en octubre para evitar posibles incendios.

Los expertos resaltan la importancia de cuidar este tipo de franjas arbóreas, sobre todo durante los primeros años, cuando los ejemplares aún no han alcanzado altura. El profesor de Selvicultura de la Universidad de Vigo Juan Picos recalca la necesidad de no descuidar esas labores de mantenimiento.

En algunas ciudades los cinturones verdes sirven además de pulmón y ofrecen sendas que permiten disfrutar del monte. En Burgos, por ejemplo, disponen de una amplia franja con miles de árboles. Para ponerlo en valor el Ayuntamiento burgalés lanzó la guía "Paseos por el Cinturón Verde", que incluye 13 rutas diferentes y señalizadas. Al funcionamiento del "cinturón verde" de Vigo contribuiría su fuerte tejido asociativo en torno al monte. En las diferentes parroquias de la ciudad hay 23 montes comunales.