El límite máximo de dos horas de aparcamiento en la zona azul desaparecerá en cuestiones de meses. Seguirá habiendo restricciones, pero dependerán de las calles. Según avanzó ayer el alcalde, Abel Caballero, se realizará un estudio para determinar el tiempo medio que permanecen los vehículos aparcados en cada zona y, en base al mismo, se fijará el tiempo que puede permanecer un mismo vehículo en la misma plaza sin ser multado. "Vamos a hacer una delimitación de las preferencias que se manifiestan en cada zona de la ciudad, de tal modo que el tiempo normal que aparecerá como máximo contratable en un momento será el que los ciudadanos decidan estar", explicó el regidor olívico.

Caballero avanzó este cambio tras ratificar, como adelantó este periódico, la adjudicación de la nueva concesión por diez años prorrogable otros dos a la actual concesionaria: Dornier. La empresa, que logró 91,10 puntos, propuso una rebaja del 31% del presupuesto de gastos y servicios sobre un precio de licitación de 23,4 millones. De hecho, esta rebaja provocó las críticas de sindicatos, que incluso solicitaron al Concello que no adjudicara el contrato a la empresa temiendo que pueda ocasionar una reducción de la plantilla. Fuentes conocedoras del proceso no descartan incluso que se puedan presentar recursos.

Sobre el nuevo sistema, el alcalde puso el acento en las nuevas tecnologías. Y es que todos los trámites se podrán realizar desde el teléfono móvil, tanto pagar los tiques como renovarlos. Además, el contrato obliga a la concesionaria a instalar 9 postes de recarga de vehículos eléctricos el primer año y otros 18 en los cinco siguientes. "Estamos haciendo un sistema de aparcamiento muy relacionado con las nuevas tecnologías. Es parte de una ciudad inteligente", destacó.