Un abrigo olvidado y el equívoco de su propietaria sobre el lugar donde lo había perdido acabaron con este asunto... en los juzgados. Y es que el extravío dio lugar a dos procedimientos en sendos tribunales de Instrucción de Vigo. Una juez abrió una causa tras la denuncia de la dueña, "plenamente convencida" de que había dejado la prenda en el taxi que la recogió en la estación de Guixar. En realidad, como se descubriría después, la había olvidado en el tren en el que viajó a la urbe. Y la cosa no acabó ahí. Aclarada la confusión, la mujer fue demandada por denuncia falsa. Otro juzgado acaba de archivar este caso: no hubo mala fe, sino un "error" en relación con el lugar donde abandonó el chaquetón.

El embrollo judicial en torno a esta prenda escribió hace unas semanas su último capítulo. La Sección Quinta de la Audiencia Provincial de Pontevedra, con sede en Vigo, revisó el caso por presunta denuncia falsa contra la propietaria del abrigo. Lo hizo tras el recurso de apelación del denunciante contra el auto del Juzgado de Instrucción 1 de Vigo que sobreseyó el procedimiento. La Audiencia confirma el archivo: "[...] tanto el delito de denuncia falsa como el de estafa procesal son eminentemente dolosos; y en este caso no se advierte dolo alguno en la denunciada, sino un error al considerar que se había dejado olvidado el abrigo en el taxi que la llevó desde la estación al domicilio en lugar de en el tren en el que llegó a Guixar desde Madrid".

En el auto firme en el que se da carpetazo al asunto se señala que aquel día la mujer, antes de denunciar en la Policía y en vía administrativa, llamó a la central de taxis para que localizasen al taxista y preguntar si había dejado la prenda en su vehículo. Ella estaba "convencida" de que tenía que estar ahí. Pero el chaquetón no había quedado en ese coche. Lo había dejado en el tren Alvia en el que había viajado desde Madrid. Tras recuperarlo, la Policía se lo entregó. Y la mujer renunció a seguir con el caso abierto en el Juzgado de Instrucción 5 tras su denuncia.

Investigación

La juez que la investigó después a raíz de que le atribuyesen una denuncia falsa considera que ésta no actuó con mala fe, sino que todo se debió a un error. Y la Sección Quinta tiene la misma apreciación. Simplemente se "equivocó" con respecto al lugar del extravío.

En la causa también se discutía el valor económico de la prenda y su calidad: si era de piel o de material de imitación. La mujer relató que se trataba de un chaquetón de "piel auténtica" y recordaba que podría haber costado "unos 800 euros", si bien ya tenía años. Dado el archivo del litigio, esta cuestión ya no tiene importancia. Pero en todo caso el tribunal no cree que la dueña exagerase sobre el coste. "Independientemente del valor de tasación, no existe indicio de que actuara a sabiendas de que ello no era así", se concluye.