El gobierno local confía en que la apertura del nuevo centro comercial de Pizarro y la ejecución del ascensor acristalado de San Salvador impulsen un cambio radical en el barrio y lleven más actividad y residentes al entorno. Mercadona abrió ayer sus puertas como motor principal de este inmueble cuyas obras arrancaron hace dos años y medio y que se han retrasado por la complejidad de la excavación. El alcalde, que participó en la apertura del supermercado, expresó su deseo de que las cubiertas transitables del edificio y la dotación de un ascensor y unas escaleras mecánicas incrementen los flujos desde Urzáiz hasta el barrio de Ribadavia que se empezará a humanizar en 2018.

El proyecto recupera un inmenso solar de 3.640 metros cuadrados que estuvo vacío durante más de una década al paralizarse el anterior proyecto por problemas económicos del promotor. La operación la retomó en 2015 el empresario vigués Enrique Lloves Soler, propietario de la multinacional Mascato, tras comprar los terrenos a Abanca. De inmediato se vio actividad en el solar, pero la excavación fue compleja y se dividió la obra en dos mitades.

Tras el desarrollo de las dos torres de viviendas, el centro comercial completa el desarrollo de este ámbito con un edificio en tres sótanos para aparcamientos con alrededor de 300 plazas, una planta baja, donde se ubica Mercadona, para uso comercial, y una primera más reducida para oficinas. Su gran revolución a nivel ciudadano es la creación de dos cubiertas planas transitables para los peatones y que incluyen zonas ajardinadas y un inmenso tobogán que quedan ocultos a la vista del público desde la altura de Pizarro.

Dado su enclave estratégico, el gobierno local anunció en abril que el proyecto se sumaría al desarrollo del "Vigo Vertical" incorporando un ascensor en el margen derecho con capacidad para doce personas y una escalera mecánica acristalada en el extremo opuesto para conectar cómodamente Pizarro con el parque de Ribadavia. "Va a tener un efecto notable en la vida del barrio", destacó ayer Abel Caballero durante su visita a la apertura del sexto Mercadona de Vigo, en el que se han invertido dos millones de euros y que empleará a un total de 37 trabajadores.

El Concello confía en que los nuevos accesos que proporciona el centro comercial sumados al ascensor que unirá San Salvador con Isabel la Católica mejore la movilidad en el barrio y favorezca las comunicaciones entre Urzáiz y la parte alta de la ciudad. El proyecto del elevador acristalado fue licitado a finales de agosto por 714.000 euros. Como complemento, el gobierno local tiene presupuestada la reforma de cuatro viales en el barrio de Ribadavia con un coste de medio millón de euros.