Más ventas no siempre implica más beneficios. Como ejemplo, las cuentas del centro de Vigo de la multinacional automovilística francesa Grupo PSA, que en 2016, un año de fuerte subida de producción (+4%, hasta los 424.000 vehículos), ha visto cómo su volumen de ingresos caía un 3,63%, hasta los 5.153 millones de euros, y su resultado, un 26%, hasta los 91,8 millones, según el balance entregado al Registro Mercantil. La razón de este desequilibrio, según fuentes consultadas por este periódico, estaría en el "mix de producto" comercializado, o lo que es lo mismo, que la planta de Balaídos ha vendido más coches que el año anterior pero a un menor precio, y en la fortaleza del euro frente a otras monedas.

Pese a esa caída del 26%, el resultado del ejercicio es el segundo más abultado desde al menos 2012, según las últimas cuentas a las que ha tenido acceso este periódico. La planta cerró 2016 con 91,8 millones limpios, frente a los 124,4 de 2015. Y en volumen de ingresos, alcanzó los 5.153 millones de euros (-3,63%), consolidando a PSA-Vigo como la mayor empresa del sur de Galicia. Las razones de estas caídas de beneficio e ingresos en un año en el que la producción de automóviles aumentó un 4% (se pasó de 407.000 unidades en 2015 a 424.000 en 2016) están en la ralentización de las ventas de los monovolúmenes y en el tipo cambiario.

Los monovolúmenes C4 Picasso, en sus dos versiones, de cinco y siete plazas, son los vehículos de PSA-Vigo de mayor valor añadido y por ende los que más ingresos generan con su venta. Lo que ha ocurrido es que la fuerte subida de la producción registrada el año pasado -y también este 2017, cuando se espera llegar a los 435.000 coches- se debe principalmente a los vehículos comerciales ligeros (furgonetas) y a los sedanes para mercados emergentes, cuyo retorno para la empresa por unidad comercializada es muy inferior al de los monovolúmenes. Es lo que fuentes del sector denominan "mix de producto". También ha influido, aunque menos, la fortaleza del euro frente a otras divisas, lo que habría obligado a ajustar los precios para poder exportar a algunos mercados.

Los datos aislados de PSA-Vigo demuestran que el crecimiento registrado por el conjunto del sector en 2016 se centró en los fabricantes de componentes y auxiliares: según Ceaga (clúster del automóvil), el sector facturó ese año 8.320 millones de euros, un 1,6% más, de los 3.167 millones se corresponden con los proveedores. Las cuentas de PSA-Vigo revelan que el Impuesto de Sociedades alcanzó los 89 millones el año pasado, tras dispararse un 218%, y que el valor añadido de la compañía se sitúa en los 487 millones.

Por otra parte, los responsables de Montaje y Logística de la fábrica expusieron el viernes a una versión reducida del comité las distintas acciones técnicas que se están llevando a cabo para mejorar la composición que afecta fundamentalmente a las líneas de ensamblaje. Así, relataron las inversiones acometidas en las grúas de pintura y mejoras en función de la recuperación de vehículos reciclados, según fuentes sindicales. El centro vigués volverá a parar a finales de mes para el ajuste tradicional de los stocks de vehículos y componentes. El Sistema 2, en pleno lanzamiento del K9, vuelve a ser el más afectado por esta medida.

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