"Hoy debe preocuparnos, como cuestión de extrema gravedad, la creciente burocratización de la Administración de Justicia, de cuya denuncia se ocupa la más reciente doctrina procesalista". Julio César Picatoste, magistrado de la Sección Sexta de la Audiencia Provincial de Pontevedra con sede en Vigo, ingresó ayer, tras un acto solemne en el Teatro Afundación, en la Real Academia Gallega de Jurisprudencia y Legislación haciendo un repaso crítico sobre la situación de la justicia apoyado en la obra de Franz Kafka. Aprovechando las letras del escritor checo en Sobre la cuestión de leyes, Ante la ley, El proceso y En la colonia penitenciaria, Picatoste alertó sobre el "indeseable" sesgo burocratizante del Consejero General del Poder Judicial.

Picatoste lamentó el "desacierto" de las reformas legales llevadas a cabo entre 2003 y 2015. Según el nuevo académico, todas ellas conducen a la "administrativización del proceso", lo que lleva "inexorablemente" a la burocratización. Para el magistrado, lo expuesto interpone a la Oficina Judicial, a la que definió como un ente magmático de textura burocrática, entre los justiciables y el juez. "Ya no cabe hablar de juzgados ni de órganos jurisdiccionales, sino de burocracias centralizadas con unos jueces a ellas adscritos", apuntó.

El nuevo miembro de la Real Academia Gallega de Jurisprudencia y Legislación también cargó contra el órgano de gobierno de los jueces, a quien recriminó el "nulo" interés por la pulcritud técnica y rigor jurídico con el que ejercen su función. "Todo su afán se agota en la mera incitación al rendimiento y a la productividad, apremio que es, en cierto modo, incompatible con las exigencias de mínima calidad en la función jurisdiccional. Se trata de inocular criterios de eficacia burocrática en los que se da prioridad a la fertilidad por encima de la calidad", sentenció.

En su discurso también hizo hincapié en el actual desconocimiento de la ley por parte de los ciudadanos. "Lejos están los tiempos del legislador pausado y sereno, consciente de que sus dictados rigen millones de vidas humanas; lejos quedan aquellas leyes elaboradas con templanza artesanal y meditadas palabras en las que anida la quinta esencia del saber jurídico de siglos, que es garantía de perdurabilidad", indicó el académico.

Picatoste también se detuvo en el papel de los jueces y abogados durante el proceso judicial. De los primeros destacó, aprovechando las novelas de Kafka, su vanidad y altivez, aunque también mostró una visión crítica sobre ellos. De los segundos denunció la soberbia o autocomplacencia que el escritor transmite en sus obras.

Agradecimientos

El magistrado se apresuró, al comienzo de su discurso, a agradecer que la Academia atendiese su petición de celebrar la recepción en Vigo, "dejando así por un día su sede oficial en A Coruña y viajando, desde las Rías Altas, hasta esta inigualable y esplendente ría viguesa". Agradecimiento al que también se sumó el alcalde Abel Caballero, quien alabó el papel de la ciudad. "Vigo luchó por mantener el partido judicial", comentó.

En el ingreso de Julio Picatoste en la institución estuvieron presentes José Antonio García Caridad, presidente de la Academia; Arsenio Cristóbal y Fernández-Portal, vicepresidente; Miguel Ángel Cadenas Sobreira, presidente del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia; José Manuel Romay Baccaria y Francisco Manuel Ordóñez Armán, académicos y padrinos del nuevo miembro, y José Luis Seoane Spiegelberg, presidente de la Audiencia Provincial de A Coruña, quien en nombre de la Corporación contestó con un nuevo discurso a Picatoste.

En el mismo, Spiegelberg repasó la carrera personal y profesional del magistrado de la de la Sección Sexta de la Audiencia Provincial de Pontevedra con sede en Vigo, de quien recordó sus más de treinta publicaciones, su labor como docente en la Universidad de Vigo y su trayectoria literaria como ferviente devoto del escrito Miguel de Unamuno. "Esta Institución se enriquece desde hoy con tu incorporación", concluyó ante un visiblemente emocionado Picatoste.