Las causas judiciales contra los denominados rotonderos están adquiriendo cierta habitualidad en los tribunales de Vigo. Aunque no es la más frecuente de las estafas de las que son víctimas las compañías de seguros, en los juzgados de Vigo ya se desarrollaron varias investigaciones y hubo incluso un caso que hace escasos meses acabó en condena. Y ahora otra de las pesquisas abiertas desemboca también en juicio. Nueve personas se sentarán esta semana en el banquillo del Juzgado de lo Penal número 1 de Vigo acusados de provocar intencionadamente colisiones en la rotonda de Gran Vía con Islas Baleares con el objeto de defraudar a las aseguradoras. Son concretamente tres accidentes los que se pondrán en cuestión en esta vista: el principal imputado, A.A.C., el que iba al volante las tres veces, se enfrenta a 3 años de prisión, mientras que la petición para los restantes -cuya participación en cada caso se limita a un siniestro- oscila entre los dos años y dos meses y los dos años y medio de cárcel. En concepto de responsabilidad civil, las cantidades solicitadas por el perjuicio económico causado a tres compañías suman 29.000 euros.
La Fiscalía, que acusa de delitos de estafa y de denuncia falsa, concreta en su escrito de calificación provisional el modus operandi utilizado en los tres siniestros, ocurridos en la misma rotonda en enero y octubre de 2012, así como en junio de 2013. El primero de ellos sucedió la tarde del 8 de enero de 2012. El principal acusado conducía un Opel Astra propiedad de su padre y con él viajaban dos de las imputadas. Según el Ministerio Fiscal, causó una colisión con un Citroën Xsara que se saldó con un "leve roce".
Pese a que la escasa entidad del impacto "no provocó lesiones" a ninguna de las personas que iban en los vehículos, los acusados "simularon haber resultado lesionados", acudieron a un sanatorio, les diagnosticaron dolencias como esguince de muñeca o esguinces cervicales y fueron indemnizados con cantidades que entre los tres suman 9.043 euros. A esta cuantía hay que sumar otros 882 abonados por los daños en el coche. El siniestro incluso dio lugar a un procedimiento judicial instado por una de las imputadas, quien finalmente desistió al haber resultado indemnizada por el seguro.
Proceder
El modo de proceder fue similar en los otros dos accidentes: de nuevo conducía A.A.C. acompañado en cada caso por los restantes acusados. Uno fue el 31 de octubre de 2012 y el coche usado fue un Peugeot 407. El presunto fraude al seguro superó los 14.000 euros. Y el otro choque ocurrió en junio de 2013, en el que de nuevo se volvió a utilizar el Opel Astra. Aquí la estafa que les atribuye la Fiscalía asciende a más de 5.000 euros. En este último caso se da la circunstancia de que una de las acusadas, según el Ministerio Público, ni siquiera viajaba en el automóvil pero presuntamente también simuló haber sufrido lesiones, llegándosele a diagnosticar un esguince cervical y una dorsalgia postraumática.
