La iglesia parroquial de Alcabre dedicó ayer la misa habitual de las ocho de la tarde a José Ángel Taboada, que falleció solo en su vivienda hace un año y rodeado por los kilos de basura que había ido acumulando. Un antiguo amigo, con el que ya había perdido el contacto, propuso recordar el aniversario de su muerte durante la misa, a la que acudieron varios conocidos. José Ángel contaba con 3.000 amigos en Facebook pero a su entierro, en una zona del cementerio de Alcabre destinada a personas sin recursos, solo asistieron dos vecinas. El Concello, por orden del juzgado, tuvo que hacerse cargo de su sepultura.