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El "mes negro" en los muelles

Conflicto de la estiba y desvíos a Portugal hunden la actividad del Puerto en un "marzo para olvidar"

El volumen de carga cayó un 14% -China, escaldada del "tapón"del PIF, veta a Vigo e impone a los clientes descargar su pesca congelada por Oporto -La economía de Praza da Estrela sigue en positivo por el intenso tráfico de la automoción

Abril finaliza con los muelles a tope hasta el Puente | Frente al descalabro de marzo, la actividad registrada en los muelles durante este mes de abril ha mostrado signos esperanzadores. La Autoridad Portuaria maneja algunos datos que aunque provisionales invitarían a cierto optimismo aun transmitiendo todavía un balance muy lejos del deseado. Y para finalizar el mes, desde ayer y hasta el lunes festivo, las dos principales terminales portuarias, la de contenedores en Guixar y la de vehículos en Bouzas -en la imagen-, vivirán jornadas de intenso ajetreo. En estos tres días de Puente operarán en total 11 buques.

"Francamente malo; un mes para olvidar". Con estas demoledoras conclusiones sobre el balance de la actividad de los muelles el pasado marzo comenzó y acabó ayer el presidente del Puerto su comparecencia al término del consejo de administración. Sin esforzarse en suavizar los datos, Enrique López Veiga desgranó una estadística marcada por las cifras negativas como el desplome en el volumen total de mercancías, del 14%, el equivalente a 50.200 toneladas menos que el año pasado. Pero con la misma contundencia señaló las causas: el conflicto de la estiba y los desvíos de buques a Portugal generados por esta movilización laboral y las trabas a la importación en el PIF de Guixar. Solo la combinación de estos tres factores provocaron la pérdida de 14.000 toneladas, calcula la Autoridad Portuaria.

De estas causas el presidente señaló como la más relevante por el impacto al puerto vigués la conflictividad laboral. Los sindicatos no llegaron a celebrar ninguna jornada de paro "pero el simple anuncio de que se podrían producir provocaron numerosas cancelaciones que se tradujeron un descenso importante en las estadísticas de marzo", criticó. Desde febrero suman 10 escalas suspendidas: dos de la naviera Maersk y ocho de Hapag-Lloyd, así el pasado mes el movimiento de contenedores cayó un 16%. Sobre la primera naviera, Veiga cifró en un 5% el descenso de su actividad en Guixar por el traslado de rutas a Marín. "No suspendió todas sus escalas en Vigo", precisó sin querer abundar en los planes futuros de esta armadora. En cuanto a la ruta de exportación a Canadá explotada por la alemana Hapag, sí reveló que los representantes de esta compañía le avanzaron que "mientras dure la incertidumbre no van a volver. Y quiero creer que volverán".

Para calibrar las consecuencias de la movilización laboral y de la espantada a Leixões por el tapón del PIF, el Puerto hizo un supuesto con una situación de total normalidad. Sumando los volúmenes de carga aportados por esas escalas que acabaron finalmente en los puertos de Oporto y de Lisboa, el descenso de mercancías en este primer trimestre, en lugar del 3,4%, sería del 1,87%.

Dado el tiempo que lleva estudiando la tipología de trabas que padecen las empresas de Vigo en el Puesto de Inspección Fronteriza (PIF) de Guixar, López Veiga está convencido del daño cada vez mayor que provoca esta situación en el balance de los muelles. "Sobre todo las que más lo padecen son las que necesitan operar aquí de forma puntual. Hoy en día la industria de transformación requiere de tal agilidad en el aprovisionamiento que cuando se cambia a un país fuera de lo normal se producen los problemas, como ocurre con las mercancías de China", argumentó.

El gigante asiático es uno de los países que han puesto el veto a Vigo. "Sabemos que los exportadores chinos no quiere traer más mercancías por aquí porque han tenido problemas en el PIF e imponen Portugal", denunció.

Hasta marzo pasado y en comparación con el trimestre anterior, la pesca procedente de China se redujo en Vigo en 3.000 toneladas, al pasar de 8.275 y a 5.075. Anualmente, según datos de la Autoridad Portuaria, se descargan en Guixar con origen chino 1.650 contenedores con 33.000 toneladas (cefalópodos, fundamentalmente). Aunque la caída de contenedores con pesca congelada este marzo negro fue generalizada, del 12,9%,contabilizándose 39.566 toneladas.

Pese al descalabro en la actividad, el Puerto cosechó un resultado económico positivo, con un saldo favorable después de impuestos de 54.649 euros. Aparte de que aumentaron las concesiones, buena parte de la subida de ingresos se debió al tamaño cada vez mayor de los buques como los Ro-Ro que atracan en la terminal de Bouzas. De hecho el tráfico de la automoción destaca en la estadística de marzo por su fuerte incremento, del 21%. Hubo otras cargas que crecieron, como las conservas (+17,5%), la pizarra (+2,5%) y la pesca fresca (+11%).

"¿Contentos? Pues, no. El Puerto de Vigo tiene que ser capaz de generar mayores beneficios para poder invertir, y ponerlo en el sitio donde queremos que esté", zanjó el presidente portuario.

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