La Xunta no solo conoce desde hace meses la intención del presidente del Celta, Carlos Mouriño, de trasladar el estadio fuera de la ciudad, en concreto al municipio de Mos, sino que ya analizó con el club y el gobierno mosense el posible encaje urbanístico del proyecto.

El presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, confirmó ayer las declaraciones realizadas el miércoles por el mandatario celeste en una entrevista y reconoció que la Consellería de Medio Ambiente había mantenido una reunión con el Concello de Mos y un representante del Celta para abordar las posibilidades de construir un campo de fútbol y una ciudad deportiva en terrenos de este municipio. El titular de la Xunta enmarcó este encuentro en la normalidad del funcionamiento de la Administración autonómica. "Este tipo de reuniones, como se puede imaginar, hay varias cada semana", aseguró.

Interrogado a la conclusión del Consello de la Xunta sobre la reunión mantenida con el Celta en Santiago, sobre el contenido de la misma y quiénes habían sido sus protagonistas, el presidente gallego aseguró: "Pregunté por el asunto y lo que se me dice es que recibimos al Concello de Mos. [...] Mos vino a tener un contacto con la consellería responsable de urbanismo y trajo, parece ser, a una persona contratada por el Celta para ver determinadas posibilidades de hacer un estadio y una ciudad deportiva en terrenos de Mos".

Aunque no quiso aportar ningún otro detalle, la declaración de Feijóo ratifica que en el encuentro a tres bandas -Xunta, Mos y Celta- se abordaron cuestiones urbanísticas relacionadas con la posible ubicación del estadio que pretende construir Carlos Mouriño fuera de la ciudad. El presidente autonómico admitió también que durante la reunión se "valoraron distintas opciones".

El presidente y propietario del Celta siempre ha mantenido que no habían adoptado ninguna decisión sobre la localización del estadio y que había posibilidad de levantarlo en varios concellos (Mos, Redondela, Nigrán..), pero en la única reunión celebrada con la Xunta, o al menos reconocida públicamente hasta ahora, se trató solo sobre la viabilidad técnica y urbanística en el municipio mosense, en manos de la alcaldesa Nidia Arévalo, del Partido Popular. Fuentes conocedoras de este encuentro aseguran, además, que se produjo hace meses, por lo que la Xunta no solo dispone de información de primera mano desde hace tiempo, sino que ha colaborado en el asesoramiento de proyecto.

Pese a que de momento nadie -ni Mos ni Celta ni Xunta- ha aportado información concreta sobre la posible ubicación de un estadio de fútbol que incluiría una importante zona comercial, todo apunta que sería necesario una recalificación de suelo rústico, al no estar previsto en el Plan Xeral de Mos, aprobado el pasado febrero. Feijóo dijo desconocer la cuestión. "No tengo una información detallada. Lo que sí sabemos es que hay distintos mecanismos urbanísticos para poder hacer instalaciones deportivas. Si están en suelo rústico, se necesita un plan especial de infraestructuras y dotaciones; si está en suelo urbanizable, se necesita la modificación de un plan parcial... Bueno, esas son cuestiones que urbanismo se plantea", afirmó, eludiendo en su respuesta todo lo relativo al espacio comercial que plantea el Celta como inexcusable para financiar el nuevo estadio.