El recurso contencioso-administrativo interpuesto por la Xunta se ha presentado por la vía del procedimiento ordinario. Frente al abreviado, cuyo plazo de resolución en los juzgados especializados vigueses se sitúa en tres meses, el tipo de proceso judicial por el que se dirimirá este litigio implica más pasos y trámites judiciales, y tarda una media de nueve meses desde que se formula la demanda hasta que se dicta sentencia. Esa suele ser la regla general, pero según varias fuentes consultadas el fallo podría demorarse todavía más, incluso por encima del año, dependiendo, por ejemplo, de los medios de prueba que se propongan, de posibles recursos o de si se plantean incidentes como el de competencia.

De hecho, en lo que se refiere a este contencioso, el juez sobre el que recaiga la causa tendrá que resolver de forma previa sobre las medidas cautelares que se solicitan. Antes de eso deberá dar traslado a la parte contraria para que realice las alegaciones que estime oportunas. Así que esta primera decisión podría estar en el plazo de un mes.