2016 deja otros dos indicadores llamativos. Uno es el desplome, de casi un 25%, de los aparatos electrónicos retirados por el Concello. El año pasado se contabilizaron 132 toneladas frente a las más de 176 del 2015. Todo lo contrario ocurre con los denominados "residuos voluminosos", una categoría en la que se incluyen muebles, colchones... A lo largo de 2016 se registraron 2.100 toneladas, 409 más que el año anterior y el dato más alto desde al menos 2009. El crecimiento en el último ejercicio fue en este caso del 24%. Aumentan también, en una medida similar, los residuos forestales -un 23%-, que contabilizaron 598 toneladas, por encima de años anteriores.