Le ha salido competencia al Dinoseto. Un gran oso polar se apostaba esta mañana en Porta do Sol, junto al gran árbol de Navidad que mañana protagonizará el tradicional encendido navideño. Los vigueses no han dejado de retratar al enorme muñeco, ataviado con un gorro y una gran estrella, que además no ha llegado solo a la ciudad. Por la calle del Príncipe, un simpático grupo de pingüinos animan la travesía a los viandantes en la zona cero del comercio vigués. El paseo hasta la farola de Urzáiz, donde emergerá un iceberg, estará salpicado por jardines efímeros y varios ciervos junto a las puertas del Marco. También en Velázquez Moreno habrá sorpresa.

El Concello lo tiene todo a punto para que los vigueses se empapen del espíritu navideño. Mañana a las 19 horas -se recomienda ir un poco antes- se encenderá el alumbrado que durante los últimos días los operarios han colocado por un centenar de calles de la ciudad, desde Bouzas a Rosalía de Castro, pasando por Areal, García Barbón, Colón, el Casco Vello, O Calvario, As Travesas o Teis. Fuegos artificiales, una pantalla gigante y otras actividades completarán la puesta de largo de la Navidad en la ciudad.

Pero la estrella, pese al Dinoseto -que este año inspira la Cabalgata de Reyes-, al oso y a los pingüinos, será el árbol. La construcción, de 28 metros de altura -un metro más que el del año pasado- ocupa el kilómetro cero de la ciudad olívica y se erige como un valuarte navideño junto a la escultura de 'El Sireno'.