El gobierno local quiere modernizar el aspecto de la calle Llorente, actualmente encajonada entre edificios y sin apenas espacio para los viandantes. El proyecto de la primera fase de la humanización abarca desde Torrecedeira hasta Pi y Margall interior y mantiene las plazas de aparcamiento en el margen derecho que se reservan en algunas franjas horarias para dejar y recoger a los alumnos del Colegio Carmelitas. Se suprimen tres plazas habilitadas junto a las escaleras que bajan hacia Torrecedeira y otras ocho en el hueco de Pi y Margall interior. El Concello ha decidido "crear un espacio de reunión" en esta zona transformándola en una pequeña plaza pública que contará como elemento principal con un banco en forma de ancla. Justo delante se habilitará un paso de peatones resaltado y pintado de color rojo como el que hay justo frente del ascensor de Camelias.

La humanización salió esta semana a licitación por 218.000 euros, prevé renovar las aceras, actualmente inservibles, y la colocación de nueva iluminación led que sustituya a la de las fachadas y arbolado a lo largo de la calle. Se aprovecha la intervención para sustituir la red de abastecimiento de agua.