Un total de 240 aspirantes se disputan siete plazas de trabajador social y cuatro de auxiliar de administración general en el Concello. Los exámenes se realizaron ayer en el Ifevi y con ellos se cierran las pruebas de la segunda fase de la Oferta de Empleo Público (OEP) 2010/2011 que estuvo paralizada en los tribunales por un recurso y que el Juzgado de lo Contencioso número 2 de Vigo obligó a retomar en junio. El gobierno local publicó el 26 de agosto la orden por la que se reactivaban los exámenes y se ordenaba "la inmediata continuidad de los procesos selectivos de 2013, 2014 y 2015" cuyas pruebas está previsto convocar en el primer trimestre del próximo ejercicio. De la oferta de 2010/2011 está pendiente de abrirse de nuevo el listado y realizar las pruebas de acceso para cubrir 23 vacantes en la Policía Local al anular los tribunales dos condiciones del pliego anterior.
Después de años sin plazas de acceso libre había gran expectación por el regreso de los exámenes para acceder a la administración local. Pero al tratarse de una convocatoria antigua para la que algunos se habían inscrito en 2010 el número de personas presentadas fue mucho menor del esperado porque en este tiempo hay gente que aprobó ya otra oposición o reorientó su futuro laboral.
Las probabilidades de acceder a un puesto son muy superiores a lo que indicaba el listado de admitidos. Para las siete plazas de diplomado en Trabajo Social estaban inscritas 251 personas, pero finalmente solo 73 se presentaron por lo que hay diez aspirantes por cada vacante a cubrir en el Concello. La competencia es mayor para las cuatro plazas convocadas para administrativo. Estaban admitidos para realizar el examen 708 personas de las que acudió menos de una cuarta parte. Ayer realizaron el examen 167 opositores, lo que deja un total de 41 candidatos por puesto.
Ante las dificultades que sigue habiendo en el mercado laboral, las pruebas atrajeron a vecinos de todos los rincones de Galicia y a aspirantes con mucha experiencia en convocatorias públicas llegados desde toda Andalucía, Canarias, Asturias o Zamora. Entre los opositores vigueses o de municipios próximos había perfiles muy distintos, jóvenes para los que era su primera oposición, personas en paro que ya han pasado por otras convocatorias y también gente que supera los 50 años y busca estabilizarse de forma definitiva. El 90% eran mujeres.
"Estudié Administración y Finanzas y trabajo en la empresa privada. Me inscribí en 2010 y decidí presentarme porque de aprobar es una gran oportunidad siendo de Vigo", explicaba Sabela Álvarez, que se presenta a administrativo. A escasos metros, Tere, Ana y la segunda Tere del grupo esperaban para entrar a la prueba de trabajador social. "Nos hemos presentado en varios ayuntamientos", explicaban con experiencia. Algunas están en paro y otras trabajando para el Sergas de forma temporal.
Los exámenes eran tipo test y los dos tribunales estaban integrados por 5 personas cada uno. Tres pertenecían al Concello de Vigo, uno al Concello de Pontevedra y había un representante de la Universidad de Vigo.
Una incidencia informática retrasó dos horas el inicio y disparó los nervios
- Desde primera hora de la mañana las inmediaciones del Ifevi registraban un ambiente inusual para un sábado sin feria. Muchos opositores se hicieron acompañar por sus padres, parejas, hijos o amigos que les prestaban amuletos justo antes de atravesar la puerta. Los que se presentaban a las siete plazas de trabajador social estaban convocados a las 10.00 de la mañana, pero no fue hasta las 11.50 horas cuando empezaron a llamarlos. Les anunciaron una primera "incidencia técnica de 45 minutos" y luego les pidieron "media hora más de margen". Al final fueron dos horas de retraso que desde el gobierno vigués atribuyen a un "problema informático" a la hora de realizar el cuestionario, ya que las bases exigían que las preguntas se cerrasen justo antes del examen para evitar filtraciones. El gerente del Ifevi ordenó sacar sillas para que la gente no tuviera que pasar el mal trago en el suelo. "Es incomprensible", se quejaban algunos grupos, mientras otros explicaban que "lo habitual es que estos procesos vayan como un clavo". Al final nadie se fue y todos hicieron el examen.
Una plantilla de 1.182 personas con 277 vacantes
- Los 240 opositores que realizaron ayer las pruebas aspiran a incorporarse a una plantilla municipal compuesta actualmente por 1.182 trabajadores y en la que hay 277 vacantes por cubrir. Con las OEP de 2010 a 2016 -58 puestos- el Concello prevé ganar 189 funcionarios, pero quedan casi otro centenar de plazas sin dueño por las restricciones impuestas a los entes locales para cumplir con el déficit público. Estas limitaciones explican que la administración haga su trabajo con el mismo número de funcionarios que hace once años.
