A pesar de no existir justificación ante un acto de violencia machista, los agentes de la EVAP denotan que muchos de los agresores a los que investigan cuentan con graves problemas médicos. "Se dan muchos perfiles de maltratadores, pero es frecuente encontrarse con que agresores realmente enfermos: no son simples celos, sino celos enfermizos llegando incluso a ser ingresados en centros psiquiátricos para ser tratados", afirma el portavoz del equipo, quien reconoce que seis de los presuntos agresores que están siendo investigados están ingresados en estos centros.

Otras de las enfermedades que manifiestan gran parte de estos hombres son la drogodependencia y la ludopatía. "Estas dos enfermedades están presentes en muchos de los varones acusados de maltrato y también, ya sin ser enfermedad, aquellos que pertenecen o pertenecieron a una familia desestructurada", añade el oficial.