El sindicato de Enfermería Satse denuncia que las unidades móviles de resonancia de Galaria no disponen de un médico, vulnerando así aspectos relacionados con los derechos de los profesionales y la seguridad de los pacientes. Inciden además en que esta circunstancia deja a los enfermeros en una situación de "inseguridad jurídica" ante la prohibición, frente a una eventual reacción adversa o indisposición del paciente, de suministrar ningún medicamento sin la prescripción previa de un médico.