Una sorpresa desagradable fue lo que se llevaron ayer los operarios encargados de montar y acondicionar el escenario del Auditorio de Castrelos de cara a los conciertos que están programados para este mismo verano.

Un nido de avispas que se encontraba oculto en un bolsón de lona fue descubierto por dos de los trabajadores y, antes de que pudiesen cerrar de nuevo el saco, sufrieron el ataque de varias de la especie velutina, habitual en Vigo en los últimos años.

Ambos operarios fueron picados por algunas de ellas, aunque por suerte ninguno era alérgico y no necesitaron asistencia sanitaria. El problema hubiese sido mucho más grave en caso de que alguno de ellos hubiera tenido una reacción a la picadura, ya que podría haber sufrido un shock anafiláctico e incluso se podría llegar a temer por su vida.

En estos casos, la labor de sustraer un nido como el que apareció ayer en el parque de Castrelos corresponde a los bomberos, pero la necesidad de que se hiciese de manera inmediata para que los operarios pudiesen terminar a tiempo la colocación de toda la infraestructura necesaria para los conciertos propició que no se esperase a su llegada.

El delegado de la Asociación Galega de Apicultores (AGA), José María Bello, indicó a FARO quien fue la persona que retiró el nido de avispas que apareció en la conocida zona verde de la ciudad olívica. "Uno de los operarios presentes en el Auditorio es miembro de la Asociación Galega de Apicultores y sabía la manera de actuar en estos casos". El procedimiento no es otro que el de fumigar el nido, cerrando por completo el lugar en el que se encuentre (en este caso el bolsón) para que las avispas no puedan escapar.