Fueron los mejores expedientes de su promoción y su esfuerzo tuvo recompensa. Desde hace seis años, el Hospital Povisa contrata a los mejores alumnos recién graduados en su Escuela de Enfermería para cubrir sustituciones de verano. Este año, ha querido dar un paso más en esta política y ha ofrecido contratos de seis meses a los quince graduados que más han destacado en UCI, urgencias, quirófanos y hospitalización médico-quirúrgica, no solo para cubrir vacantes sino para ampliar su formación en estas áreas. De hecho, al terminar, recibirán el título de un curso de postgrado homologado por la Xunta. Pero en esta iniciativa no solo sale ganando el alumno, sino que así el centro de la calle Salamanca también nutre la bolsa de contratación de profesionales especializados en estos cuidados, que son más difíciles de encontrar.
"No queremos descuidar a los que nos resuelven los problemas todo el año", sostiene la directora de Enfermería, Maria Antonia Iglesias. Por ello, de los 60 alumnos de Enfermería de la última promoción de la escuela de Povisa, han ofrecido estos contratos de formación en áreas especiales a los 15 que han demostrado mayor capacidad en las prácticas de pregrado y, a los 15 siguientes, sustituciones de entre un mes y mes y medio.
A Povisa se le ocurrió poner en marcha estos nuevos contratos de formación al detectar "problemas de reclutamiento" en estas cuatro áreas, de cuidados más delicados, donde los profesionales precisan al menos seis meses de experiencia para poder trabajar sin supervisión. Las bolsas a las que recurren para cubrir vacantes tienen escasez de personal especializado en ellas. Maria Antonia Iglesias destaca la importancia de que las enfermeras dispongan de estos conocimientos "para mantener los estándares de calidad". Entre otras cuestiones, es una exigencia de las certificaciones de excelencia sanitaria como la Joint Commission, en las que el hospital concertado está volcado.
El director de Recursos Humanos de Povisa, Francisco Susavila, explica que si la experiencia resulta exitosa, se mantendrá en próximas promociones. Cuenta que una cuarta parte de la plantilla de Povisa son enfermeras -360 de 1.414- y que, en la actualidad, un 85% de los contratos son indefinidos, con una tasa de rotación de entre el 5 y el 8% de sustituciones de vacantes. Las mujeres son tres cuartas partes del total.
La viguesa Marta López Sorribas, de 21 años, y la lucense Cristina López Nodar, de 27, son dos de las quince enfermeras que han recibido un contrato de prácticas. La primera, por ser una de las alumnas más destacadas en urgencias; la segunda, en UCI. "Es una oportunidad que no todo el mundo tiene", se congratula Cristina, que se ha ahorrado el preguntarse "¿y ahora qué?", al terminar el grado.
Les gustan las áreas en las que se están especializando porque son cuidados "más complejos" y pueden ver "cosas distintas". Por ello, les encantaría continuar su trayectoria profesional en ellas, por eso valoran el título que van a recibir, pero lamentan que no haya especialización. Aunque les da "un poco de respecto" asumir una responsabilidad en el cuidado del paciente que de alumnas no tenían, se sienten "arropadas" por unos compañeros que las tutelan.
