Ya no hay excusas. "El Chuvi está ahora en condiciones de enfrentarse a su principal problema, las listas de espera", garantizó ayer Félix Rubial, en el balance del primer año de actividad del Álvaro Cunqueiro. Tras la que calificó como la "el cambio más complejo" de la sanidad española, el máximo responsable del Sergas en el área viguesa aspira a ver ya "resultados tangibles" en los datos de demoras del primer semestre del año. Considera que el complejo ha superado ya la fase de "estabilización" y que debe pasar ahora a la búsqueda de la "excelencia" desde la "situación de privilegio para encarar el futuro" en la que se encuentra.

El Sergas calcula que el nuevo hospital de Vigo ha atendido a medio millón de personas en su primer año de actividad. Lo estima en base a las 343.753 consultas externas realizadas, desde el 29 de junio, en que se abrió el centro; a los 25.409 ingresos desde el 24 de agosto, en que estrenó la hospitalización; a las 128.241 urgencias y a los 2.832 nacimientos, desde el 24 de septiembre. También por las 10.795 cirugías efectuadas desde el 22 de septiembre, casi la mitad -5.284-, urgentes. Esto arroja una media de 30 operaciones programadas al día. Sin embargo, la intensidad de la actividad quirúrgica en el Cunqueiro no ha sido homogénea en estos nueve meses, ya que sus 20 quirófanos de cirugía planificada no estuvieron a pleno rendimiento hasta mayo y en 2016 se emprendió un ambicioso plan contra las listas de espera a base de peonadas de tarde.

Las de Beade son intervenciones complejas. Las más cortas, simples y, por tanto, las que se pueden hacer en mayor número, se concentran en el Meixoeiro. Estas alcanzan dos tercios del total y son, en su mayoría, ambulatorias. De hecho, por primera vez en el área, se realizaron más operaciones de este tipo que con ingreso, lo que Rubial entiende como "un salto de calidad". A pesar del cierre de quirófanos previsto en verano -el 33% en julio y el 44% en agosto-, Rubial asegura que se mantendrá "determinada actividad del plan de choque" contra la demora quirúrgica.

El gerente alabó el tiempo en el que se reordenó el Chuvi, al hacer "en un año lo que a otros les lleva diez" y repasó las mejoras estructurales y organizativas que introdujo el Cunqueiro. Reconoció que hubo "atrancos" y "dificultades" en el proceso y, entre los errores admitidos, señaló como el más destacado haber "infraestimado el impacto" de la unificación de equipos que venían de hospitales diferentes.

En cuanto al relevo al frente de la Consellería de Sanidade, el gerente ve en Jesús Vázquez Almuiña un "espaldarazo" para el área por el "conocimiento profundo" de su realidad y asegura que "ha ayudado a desencallar muchos temas". Sin embargo, también resaltó la labor de su predecesora, Rocío Mosquera: "puso en tiempo récord un hospital de estas dimensiones al servicio de la ciudadanía".

De cara al futuro, se refirió al problema de los aparcamientos irregulares en el recinto como el principal asunto pendiente. En cuanto a obras, en el Cunqueiro se ampliarán las zonas de Microbiología y el Banco de sangre, algo que el gerente no entiende como una falta de planificación en un hospital con un año de vida, sino como "capacidad de respuesta" a las necesidades.