La Policía Local detuvo a un conductor ebrio que chocó y derribó un semáforo en su huida de la patrulla que lo perseguía. Mientras le hacían la prueba de alcoholemia intentó escapar a pie varias veces y forcejeó con un agente, según informaron fuentes policiales.

La persecución comenzó cuando una patrulla escuchó un fuerte derrape y observó cómo un vehículo circulaba gran velocidad por la calle Pizarro. El conductor, A.A.C., de 29 años, al percatarse de la presencia policial, aceleró su marcha y rebasó varios semáforos en rojo hasta chocar contra uno de ellos y derribarlo en la calle Gregorio Espino. Reanudó la marcha pero a menor velocidad, probablemente por los daños en el motor causados por la violencia del impacto, apuntan las mismas fuentes.

Tras ser interceptado, fue sometido a la prueba de alcoholemia, que arrojó un resultado superior al límite penal establecido. Se negó a una segunda prueba y en varias ocasiones intentó huir a pie y forcejeó con un agente. Durante su traslado a comisaría propinó patadas y puñetazos al interior del coche patrulla.