Tras la apertura del Álvaro Cunqueiro, el Chuvi mantiene casi el mismo número de camas operativas -son 1.260, veinte más-, pero con un par de diferencias: se puede ampliar desdoblando habitaciones y el reparto de los pacientes entre los dos principales hospitales sigue criterios diferentes. En el Meixoeiro, con 347 camas, se ha limitado el ingreso principalmente a pacientes quirúrgicos de corta estancia, paliativos, geriátricos y de medicina interna que no requieran cuidados ni pruebas complejas. Esto ha provocado que, mientras la ocupación en Beade ha estado cercana al 100% desde finales de 2015, la del Meixoeiro está a medio gas. Tanto, que la tercera planta, con 60 camas, se ha mantenido cerrada desde el traslado. El viernes se clausuró otra ala -la dos de la sexta planta-, de Medicina Interna, con capacidad para 30 enfermos. Así, ayer, a las 14.30 horas, el hospital tenía 171 ingresados. Menos de la mitad de su capacidad (49,27%). Y el fin de semana, cuando no hay operaciones, el porcentaje es aún menor porque se cierran otros 30 puestos de cirugía.

Son ya 90 camas cerradas durante la semana y 120, en fin de semana. Este viernes se espera que alcancen las 150. El Sergas ha dado orden de no aceptar más ingresos en el ala 1 de la quinta planta -30 plazas-, dedicada a Medicina Interna y los trabajadores prevén que el cierre de las 30 quirúrgicas se extienda a todos los días de la semana.

Si esto sucede, a finales de mayo se alcanzaría el mismo número de camas cerradas que el programado para el arranque de las vacaciones estivales de 2014, en la primera quincena de julio -las últimas que se pueden usar como referencia, ya que en el de 2015 se efectuó el traslado-. La Gerencia del área sanitaria viguesa rehúsa informar de qué zonas prevé clausurar este verano, un calendario del que solía informar a principios de abril. Tampoco da explicaciones por el cierre de un nuevo ala desde el viernes.

Encierro

La plataforma SOS Meixoeiro prepara un encierro para denunciar lo que consideran una "flagrante infrautilización de recursos públicos", mientras se produce una "derivación sin precedentes a las privadas". Desde la CIG se preguntan "qué va a hacer" el Sergas con todas esas plazas vacías. Proponen que se reabra la UCI y se amplíe así el abanico de pacientes que puedan ingresar en este hospital. CCOO resalta que los trabajadores de las unidades cerradas "son desplazados de unos servicios a otros".