Alternativa Galega de Esquerdas ha presentado en el Parlamento una proposición no de ley para pedir el rescate de la concesión del nuevo hospital de Vigo mediante la adquisición por 70 millones de euros de la sociedad. Su portavoz, Xosé Manuel Beiras, no espera que la iniciativa salga adelante ante la mayoría popular que "gana mecánicamente las votaciones". Lo que le importa es vencer en el debate: "Normalmente, lo pierde y eso explica el deterioro creciente y el bajón del PP". De cara al futuro, advierte de que la reversión irá en "cualquier programa" de las fuerzas políticas que integren él o los suyos en las autonómicas. "Esté yo o no, que ya no tengo edad para muchas lerias", apostilló.

El PSOE también presentó una proposición no de ley en el Parlamento para pedir el rescate de la concesión. La de AGE va más allá, proponiendo que se haga mediante la adquisición de la sociedad. Marea de Vigo, a través de una moción, pide al Gobierno municipal que se sume a esta petición y que proponga a los concellos del área que también se adhieran. El portavoz de este grupo, Xosé Manuel Beiras, defiende que con la compra de la sociedad se evita el "gravoso" proceso que supondría ir a los tribunales por incumplimiento de contrato, la vía más habitual para la reversión.

AGE propone que un organismo o empresa pública adquiera la sociedad pagando los 31,5 millones de su capital social y los 38 de los créditos puestos por sus socios, además de liberarla de cualquier aval o responsabilidad e indemnizarla con 2,5% de intereses por el tiempo pasado desde su inversión. "No tiene derecho a que se le pague más, aún por encima de que incumplió el contrato", opina. Destacó que para esto hace falta "voluntad política" frente a la "trama de intereses espurios" que sospecha tras la concesión del Álvaro Cunqueiro.

Destacó que esos 69 millones de euros fue el único dinero que puso la UTE a cambio de recibir un canon que suma 1.400 millones de euros en veinte años -incluido el pago de servicios no sanitarios-, mientras que la Xunta tuvo que intermediar ante el Banco Europeo de Inversiones y asumir los "compromisos principales de financiación". Recordó la advertencia del Consello de Contas de que este canon "significa poner en riesgo de insolvencia al Sergas". "Una bomba de relojería", resumió.