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Una profesión como meta

La escuela Igualarte, única en Galicia, forma a artistas con discapacidad

Cristina Lago, a la izquierda, presidenta de Igualarte, junto a su equipo de profesores. // Ricardo Grobas

La música suena desde primera hora de la mañana en el centro Igualarte. En sus aulas 130 alumnos se instruyen en diferentes disciplinas artísticas. El Concello acaba de cederles la antigua escuela infantil Rúa Palencia, un local de 600 metros cuadrados en el que podrán desarrollar su actividad. Igualarte es la única entidad en Galicia que ofrece formación profesional artística a chicos y chicas con discapacidad. Su presidenta, Cristina Lago, considera que con este gesto el Gobierno local reconoce "un verdadero proyecto de igualdad que enriquece la ciudad". Aunque olvidarse de pagar los 1.500 euros de alquiler les supone un alivio, la nueva ubicación en la calle Palencia necesita una remodelación de 90.000 euros que ningún banco les quiere financiar.

Sí, los alumnos de esta escuela tienen discapacidad, diferentes y en distinto grado, pero no se trata de un centro terapéutico o de entretenimiento. Aunque también imparten clases para niños, su principal objetivo es formar a jóvenes discapacitados en el mundo de la danza, la música, la plástica y la fotografía. "Funcionamos como cualquier otra compañía", asevera Lago. "Preparamos una función y giramos con ella". El grupo acaba de volver de Madrid y estarán realizando una intervención el próximo 3 de diciembre en el Museo Picasso de Málaga.

Empezaron hace 13 años en un "recunchiño" y con cinco chicos. Pero en un año decidieron nutrir de disciplinas y alumnos aquella idea inicial. Tras varios años acabaron en la actual sede, un local que cumple todos los requisitos pero por el que pagan mensualmente 1.500 euros. La concesión de un espacio público les proporcionará más holgura económica y 300 metros cuadrados más de recinto. Ahora se enfrentan al reto de adaptar el local a sus necesidades y las de los chavales. Para ellos precisan unos 90.000 euros que aseguran "ningún banco" les quiere conceder en préstamo ya que la califican como una "entidad sensible". "Nuestras cuentas están saneadas, si fuéramos una empresa nos lo darían", lamenta Lago. Esto no les desanima, la presidenta asegura que el próximo septiembre estrenarán las instalaciones "sí o sí": "Vamos a ser creativos y a buscar maneras de conseguir el dinero, además tenemos detrás a padres con ganas de colaborar".

La presidenta no muestra dudas sobre el futuro de la fundación. Fueron pioneros en su nacimiento y continúan siéndolo ahora: son la única escuela de España que ofrece la posibilidad de formarse en las tres disciplinas de manera adaptada. "No lo puedo confirmar, pero diría que incluso somos los únicos de Europa", apunta Marcos Estévez, fundador y actual secretario de la fundación. "Es un proyecto único", resalta. Sus alumnos reciben una formación adaptada que va más allá de las artes. Aquí continúan sus estudios con matemáticas o lengua, además de estar apoyados por un grupo de psicólogos y fisioterapeutas. "Una sociedad plural, de verdadera igualdad, debe proporcionar las mismas posibilidades tanto profesionales como lúdicas", afirma Estévez, "nosotros adaptamos los medios para que todos tengan esas oportunidades".

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