Actualización: La OTAN ha cancelado las visitas programadas para la tarde de este sábado y de mañana domingo a los buques amarados en la Estación Marítima. La decisión proviene de los comandantes de la flota.

Después de un intenso año de trabajo rastreando aguas del Mediterráneo, la Agrupación Permanente de Medidas Contraminas número 1 de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (NATO, por sus siglas en inglés), compuesta por ocho buques, atracó ayer en el Puerto de Vigo para que sus 400 tripulantes descansen durante el fin de semana -algunos de los navíos abrirán sus puertas al público sábado y domingo de 14.00 a 16.00 horas- antes de la siguiente misión que tienen asignada en el Mediterráneo. Especializada en la localización de artefactos explosivos bajo el mar, en esta última campaña desarrollada en aguas mediterráneas y atlánticas, esta flota OTAN rescató 239 minas de la II Guerra Mundial.

La Agrupación número 1 de la NATO -son cuatro, todas de carácter internacional- emplea "equipos muy sofisticados" que le permiten detectar en el fondo del mar minas o "cualquier cosa que pueda ser una amenaza, y retirarlas", según explicaba ayer en la recepción de los tripulantes Enrique López Veiga, presidente de la Autoridad Portuaria viguesa.

Aunque normalmente trabaja en aguas más lejanas, como Mar del Norte y el Báltico, la flota llega a Vigo tras finalizar un ejercicio en aguas del Mediterráneo, al sur de España, y en el Atlántico portugués. El ejercicio "más grande" organizado por la OTAN desde 2002. En él participaron unos 36.000 militares de los ejércitos de tierra, mar y aire. "Ha servido para mostrar la capacidad de la OTAN para trabajar juntos ante cualquier posible crisis o amenaza", apunta a Europa Press el comandante de la Marina Real de los Países Bajos, al mando de la Agrupación desde el pasado 22 de enero, Peter Bergen Henegouwen.

En este dispositivo están los buques belgas Godetia, que actúa como embarcación insignia de la agrupación, y Lobelia; el Admiral Cowan, procedente de Estonia; el Grimsby, de Gran Bretaña; el noruego Hinnoy; el Talivaldis, originario de Letonia; el Bad Rappenau, de Alemania; y el Schiedam, de Países Bajos. Todos podrán visitarse entre las dos de y las cuatro de la tarde del sábado y el domingo. El lunes abandonarán el Puerto de Vigo para volver a sus respectivos países de origen. De camino, durante la próxima semana, harán nuevos ejercicios en las proximidades de la costa francesa. Los tripulantes podrán así llegar a casa para Navidad antes de iniciar una nueva misión. No hay ninguna embarcación española en este momento, aunque sí tripulantes. Como el jefe de personal.

Los sofisticados cazaminas serán estos dos días en Vigo unos turistas más. De hecho, la razón de la parada en la ciudad es que querían ver "un poco más de España" antes de cruzar el Golfo de Vizcaya y disfrutar de su "buen tiempo". "20 grados es mucho mejor que de donde provienen todos estos barcos", comentaba su máximo responsable.

"Nos hemos acostumbrado a vivir en un mundo donde no hemos tenido problemas en Europa por muchas generaciones, pero el mundo se está haciendo muy complicado y el terrorismo barato, si se deja hacer es muy eficaz, solo basta con que a alguien se le ocurra", remarcaba López Veiga. También el comandante Bergen Henegouwen destaca la importancia de asegurar que todos los puertos permanezcan abiertos. "Porque la mayoría de economías dependen del tráfico por mar y el mar da la posibilidad bastante fácilmente de bloquear la entrada a los puertos", incide. ¿Hay peligro? "No en este momento", asegura. "Pero ver minas es posible -resume- y pueden ser usadas".