Militantes críticos expulsados por el Comité Ejecutivo de Ciudadanos denuncian sus modos "caciquiles" para apartarlos a petición de los responsables vigueses sin ni siquiera haberse comunicado antes con ellos.

El grupo, que alcanza la veintena de personas, insiste en negar la justificación del órgano de dirección para revocar su militancia. Según los estatutos, cualquier miembro puede ser dado de baja sin argumentar una causa en los primeros 6 meses. "Dicen que fuimos los últimos en llegar pero en realidad fuimos los primeros y estábamos cercanos a superar ese tiempo límite. Yo en concreto fui uno de los diez primeros afiliados y tuve que mandar documentación a Barcelona para ser investigado", se defiende uno de los expulsados.

Los afectados reprochan "la falta de autocrítica" de Josefa Casado y reprueban su comportamiento en la asamblea del jueves. "Trajeron a miembros de Santiago que incluso quisieron votar para elegir al nuevo secretario, pero finalmente salió elegido Xavier Rivera por amplia mayoría y no el candidato que ellos querían colocar y que además es familiar de Casado".