El AVE tiene ya continente para entrar por primera vez en Vigo tras tres años en obras en la explanada de Urzáiz. La estación provisional y el cajón ferroviario al que llegarán los trenes, a 15 metros de profundidad, están ya prácticamente finalizados. Tras retirar casi dos millones de toneladas de tierra y desarrollar una obra en la que hubo picos de más de 300 trabajadores, ahora solo quedan retoques. El trabajo culminará y se entregará "en dos semanas", tres años después de iniciarse el derribo de la antigua terminal y después de invertir 140 millones de euros por parte del Ministerio de Fomento. Todo está preparado para que puedan entrar los convoyes del Eje Atlántico a través del túnel de más de 8 kilómetros desde As Maceiras. Su envergadura y estética nada tiene que ver con la antigua terminal de Urzáiz y, ni mucho menos, con la de Guixar, que seguirá operativa. Pese a ser subterránea, la luz y la transparencia son dos de sus señas de identidad.

Tras publicar ayer FARO la imagen histórica del primer tren comercial que circula por las nuevas vías dentro de las pruebas que realizan Adif y Renfe, ahora ofrece en exclusiva las fotos de los interiores de la que se convertirá en la mayor estación ferroviaria de Galicia -pese a ser provisional- y que fue desarrollada por las empresas Dragados-Tecsa y FCC-Acciona.

El único acceso (en la definitiva se prevén tres) será desde la rotonda de la calle Lepanto, al igual que en la anterior infraestructura. Los peatones podrán hacerlo también a través de las escaleras que descienden desde el cruce de las calles Vía Norte y Urzáiz. En este punto los conductores tendrán dos opciones. Girar a la derecha y dejar su coche en el parking en superficie que es ya visible y en el que se reservan 205 plazas -esta planta desaparecerá en un futuro- o descender a la izquierda hacia la entrada de la terminal provisional de viajeros (inmueble pegado la autopista) y entrar desde ahí a la planta baja del aparcamiento, con 160 estacionamientos. Ésta será de momento y hasta que se desarrolle el complejo diseñado por Thom Mayne (116 millones) la oferta de parking de la estación, que se estima en más de 1.000 plazas una vez que se desarrolle todo el proyecto.

Acceso

Frente a la entrada de la terminal de viajeros se construyó una rotonda en la que se ha fijado un punto de parada para dejar y recoger pasajeros -no será necesario entrar y pagar parking, como ocurría en la antigua terminal de Urzáiz-. Se ha habilitado también una parada de taxis con espacio para una treintena de coches. Hay además una parada de autobús diseñada inicialmente para que Renfe pueda estacionar sus autocares de emergencia cuando se produzca algún incidente ferroviario que impida el tráfico de trenes. En esta zona exterior estarán también las casetas de las oficinas de empresas de alquiler de coches.

El acceso al edificio provisional de viajeros se realizará por este punto. Se trata de una estructura modular de 1.330 metros cuadrados y con acabados en su interior en hormigón prefabricado, estratificados de madera en color haya y grandes ventanales en aluminio que le conceden al edificio mucha luminosidad. Un enorme cartel con el nombre de Estación Vigo-Urzáiz y un gran reloj recibirán a los usuarios antes de entrar. Es una estructura de dos plantas más larga que ancha. El piso de abajo se reserva para los pasajeros. En los superiores estarán las oficinas del personal de Adif. Nada más entrar, a mano izquierda y derecha se situarán un quiosco y la oficina de atención al cliente de Renfe. De frente están las taquillas, una de ellas habilitada para personas con discapacidad. Igualmente, en este pequeño hall se colocarán las máquinas automáticas de venta de billetes. Tras comprarlos, los pasajeros podrá acceder a la sala de espera y cafetería a través de un pasillo de unos 20 metros de largo en el que están los aseos. Serán por ahora, y junto a otros que habrá en la planta baja del aparcamiento, los únicos disponibles en el recinto.

Sala de espera

La sala de espera presume de unas dimensiones similares a la que hay en Guixar. En ella está instalado ya el panel de información de llegada y salida de trenes y un reloj. Los bancos se colocarán la próxima semana. Junto a ella y hacia el final del edificio estará la cafetería, aparentemente más pequeña que la que hay ahora en la terminal de Areal. Éste será el único punto al que podrán acceder las personas sin billete.

Llegar a los andenes solo será posible para los usuarios de los trenes. "El concepto de estación varía respecto a todas las gallegas. Estamos acostumbrados a comprar los billetes e ir a los andenes a esperar. Pero aquí no se va a poder pasar si no se tiene un billete. Solo se dejará bajar cuando se haya comprado y el tren esté situado en el andén", explica el director de la obra.

Un pequeño túnel de apenas 10 metros da acceso al cajón ferroviario desde la estación provisional. Tras atravesar dos puertas, los viajeros se toparán con una pequeña zona de control y embarque y con una espectacular perspectiva de la enorme playa de vías. Un enorme entramado de 200 vigas entrelazadas de color blanco a lo largo y ancho de todo el cajón ferroviario es lo más llamativo. "Los pilares entrelazados en forma de "V" forman parte del diseño de Mayne. Es un tema estético que, aunque hizo que la obra fuera más compleja, le da un carácter distintivo", destacan desde la dirección.

En esta sala de embarque, a mano izquierda, están las seis escaleras mecánicas (tres en cada sentido) y tres ascensores por los que se accede directamente a los cuatro andenes de la estación y seis vías (una de ellas, la más pegada a Vía Norte, será de uso exclusivo de Adif, con lo que inicialmente funcionarán cinco para uso comercial). Su longitud y configuración permite que pueda haber hasta nueve trenes operativos de forma simultánea.

Aunque el hall de embarque no es ahora más que un punto de paso, acabará siendo el núcleo de la estación y la zona noble con el proyecto de Mayne. A mano derecha, a través de una cristalera, se puede contemplar el espacio abierto que es visible desde fuera de la estación y que se convertirá en la futura terminal de pasajeros cuando se derruya el edificio provisional. Entre sus particularidades destaca que será un espacio abierto que permitirá que el ajetreo de pasajeros, así como parte de las vías del tren, puedan contemplarse desde las dos plantas superiores del centro comercial. También aquí estará el acceso peatonal que se prevé desde la gran plaza de Vía Norte.

Luminosidad

Los andenes ya están terminados y la instalación de señales e iluminación funcionando. También están casi listos los puntos de recogida de los carritos de transporte de maletas. Pese a estar a 15 metros de profundidad, la luminosidad es una de sus características más reseñables. Se modificó el proyecto para que a lo largo de la parte superior del margen más próximo a la autopista se creara un espacio que permite ventilación y entrada de luz natural. Al fondo, en dirección a los túneles de As Maceiras, un enorme lucernario contribuye también a ello.

Bajo el lucernario, al final de los andenes, es visible el túnel ferroviario de acceso y salida de Vigo y otro de entrada para vehículos que llega desde San Lorenzo y que permitirá el paso de servicios de emergencia como de los de suministro de "catering" de los trenes y que podrán llegar hasta los andenes. En las próximas semanas comenzarán a circular los trenes de pruebas de Adif como antesala de la llegada de los primeros servicios comerciales.

Sobre el desarrollo del proyecto del arquitecto norteamericano Thom Mayne, fuentes oficiales del Adif aseguran que, a partir de ahora, y una vez culminada la parte ferroviaria, "centrarán todos los esfuerzos" para encontrar un socio inversor que lo desarrolle. La obra será ejecutada entre el gestor ferroviario y la firma adjudicataria.