El amplio edificio de la Cruz Roja en la calle Cánovas del Castillo, donde desde el cierre del antiguo hospital solo está en uso la planta baja para centro de día de mayores, se convertirá en sede de la asamblea comarcal y solucionará los problemas de espacio de la ONG en su inmueble de la calle Ecuador, que ya se queda pequeño para su elevada actividad, incrementada en los últimos años ante la creciente demanda de ayuda por la crisis. La Gerencia Municipal de Urbanismo ha concedido licencia a la entidad para la reforma del edificio conforme a un proyecto del estudio de arquitectos Fraga, García-Quijada y Portolés, y el presupuesto de la obra rondará el millón de euros.
El inmueble está distribuido en cinco plantas y en un nivel de cubierta. Esta será derribada y el edificio ganará una altura más con una galería hacia el frente marítimo, según figura en el proyecto arquitectónico. Las fachadas de piedra se mantendrán sin cambios al estar protegidas. Cada piso tiene 452 metros cuadrados de superficie y en ellos se instalarán oficinas, aulas, salas para actividades y espacios para los numerosos programas que tiene en marcha Cruz Roja. "Hacemos una labor con muchos colectivos de la comarca y la superficie de la sede de Ecuador 16 ya es insuficiente", comentan portavoces de la organización.
Intensa actividad
La asamblea comarcal viguesa es la de mayor actividad de la provincia. La memoria de 2013 señala que fueron atendidas 23.853 personas, casi la mitad que en todo el territorio de la circunscripción de Pontevedra. El número de socios aumenta continuamente. En menos de dos años ha subido de 5.675 a casi 6.500, según datos de enero. Colaboran cerca de 400 empresas con la ONG, que tiene en marcha proyectos en áreas que abarcan un amplio espectro, desde el empleo, la formación, la intervención social y la juventud, hasta el medio ambiente, la salud, el desarrollo local y por supuesto el voluntariado.
Pese a que la sede de Ecuador tiene también cinco plantas, las demandas de ayuda social que ha provocado la crisis generaron mayor necesidad de instalaciones, de ahí que, ante el patrimonio que tenía infrautilizado en Cánovas, la entidad haya decidido embarcarse en el proyecto para recuperar el edificio. Los portavoces de Cruz Roja apuntan que todavía no hay fecha para el uso de las nuevas dependencias. El siguiente paso, tras recibir la licencia, será licitar las obras de reforma.
El inmueble tiene 2.300 metros cuadrados de superficie y el estado de conservación es bueno, según recoge el proyecto de los arquitectos. No obstante, antes de empezar la actuación se realizará un estudio de evaluación de la estructura.
La cocina del antiguo hospital se aprovechará para un taller de docencia culinaria. El inmueble tiene entrada por la calle Teófilo Llorente desde la tercera planta, con lo que puede realizarse un acceso independiente al centro de atención a los mayores. El cuerpo del edificio es rectangular y "forma parte del conjunto de la fachada marítima de Cánovas del Castillo", recoge el proyecto arquitectónico, que añade que la línea de edificaciones "delimita el tránsito entre la zona portuaria y el Casco Vello, un entorno físico de amplia proyección urbana".
