Mantener la delincuencia a raya y no sólo eso, sino rebajar los índices de criminalidad incrementando la prevención y con más presencia policial en las calles, es el objetivo que la comisaría se ha fijado y que va dando frutos, según resaltó ayer con motivo del patrón de la Policía nacional, los Ángeles Custodios, el máximo responsable de la comisaría Vigo-Redondela, Ángel González Blanco. El esfuerzo y el trabajo de toda la plantilla han permitido que el índice de criminalidad se sitúe 17 puntos por debajo de la media nacional, fijada en 30 puntos según los últimos datos del Ministerio del Interior. A a la intensa labor policial se suma que las bandas itinerantes se han marchado de la provincia, según el subdelegado del Gobierno, Antonio Coello, precisamente por la presión de las fuerzas de seguridad.

La comisaría de López Mora abrió ayer sus puertas a autoridades civiles, militares, judiciales y sociales al recuperar un acto que en los últimos años tenía lugar en el Centro Cultural Afundación y que contó con la música en directo de la fadista María do Ceo. Unas 200 personas asistieron al acto de entrega de medallas y condecoraciones a agentes que han destacado en su labor y a instituciones que mantienen estrecha colaboración con la Policía.

Los homenajes empezaron con la entrega de una placa homenaje al brigada Emilio Álvarez Montero, que a sus 90 años de edad y con gran agilidad, recogió el galardón que le entregó Coello. " Lo recibo con alegría y nostalgia. Viví muchos cambios políticos y hasta el cambio de color del uniforme. Lo que nunca cambió fue el espíritu de servicio, camaradería y compañerismo", resaltó.

El momento más emotivo llegó con la entrega de medallas de la Orden al Mérito Policial. Las cuatro primeras, con distintivo blanco fueron para cuatro funcionarios de la Policía Judicial. Nada más tener conocimiento del accidente ferroviario de Angrois se trasladaron a Santiago y participaron en la identificación de los 79 cadáveres. "Lo más penoso fue fotografiar y recomponer los cuerpos para poder identificarlos. Especialmente duro fue el caso de un bebé de 4 o 5 meses", señaló José Manuel Castro, uno de los galardonados. El jefe del equipo, el inspector Novoa destacó que la clave era identificar alas víctimas cuanto antes para entregar los cuerpos a sus familias. Todas las víctimas fueron identificadas por las huellas dactilares excepto dos extranjeros que hubo que esperar al ADN.

Después llegaron las condecoraciones con distintivo rojo, pensionadas y que se otorgan a personas que han puesto en riesgo su vida en acto de servicio. Este es el caso del subinspector Estévez, al desactivar dos artefactos explosivos de Resistencia Galega en O Castro; del agente Tosal al que un hombre hirió con un cúter en el cuello causándole una herida de más de 12 centímetros, o al agente de la UIP que resultó herido en el asalto al Congreso de los Diputados el 25 de abril en Madrid.

Tras el acto oficial en los jardines de la comisaría se sirvió un pequeño ágape y una parte del mismo se destinó a las personas acogidas por los Misioneros de los Hermanos Desamparados de Teis.