Cáritas Diocesana de Tui-Vigo atendió el pasado año a 1.535 familias (unas 4.750 personas), a quienes destinó casi 400.000 euros en ayudas de diferente tipo, según la Memoria 2013 de este organismo, presentada este lunes en Vigo.

El director de Cáritas Diocesana, Ángel Dorrego, ha explicado que la media de ingresos de las familias atendidas no llegaba a los 330 euros y que más de un 20 por ciento de esas familias no disponían de ningún ingreso. Además, la gran mayoría (923 familias) tenían niños menores a su cargo.

En la memoria también se precisa que el total de personas atendidas, contando con las delegaciones parroquiales de Cáritas, se elevó a más de 11.300 personas, y que la demanda de ayudas se ha "estabilizado". No obstante, el director de Cáritas ha alertado de que ese estancamiento tiende detrás un dato preocupante: la gran cantidad de personas en exclusión cuya situación se ha "cronificado".

En cuanto al perfil medio de los atendidos, la mayoría eran familias con hijos, dos generaciones viviendo bajo el mismo techo, y con personas en edad laboral de entre 20 y 54 años de edad, buscando trabajo y con baja cualificación profesional. "Cada vez las familias son más jóvenes y con más menores a su cargo", ha indicado Dorrego.

Según los datos que maneja Cáritas a partir de informes de la Fundación Foessa (Fomento de Estudios Sociales y de Sociología Aplicada), hay unas 500.000 personas en Galicia en situación de exclusión, de las que unas 96.500 (más de 32.000 familias) podrían estar en Vigo.

Reivindicaciones

Cáritas ha hecho un llamamiento, tanto a las instituciones públicas como a la sociedad en general, para que consideren que, tras los datos facilitados este lunes, "hay personas con rostros, nombres y apellidos", que tienen derecho a ser "acogidas y escuchadas en sus necesidades".

Por ello, ha instado a las administraciones a que destinen más recursos a las ayudas de tipo social, que deben ser "priorizadas" con respecto a otro tipo de gastos. A ese respecto, Ángel Dorrego ha mostrado su preocupación por la "demora" en el pago de ayudas como la Risga u otras ayudas de emergencia, una tardanza que oscila entre ocho y nueve meses.

Cáritas Diocesana ha presupuestado, para el año 2014, unos 500.000 euros para destinar a ayudas (unos 100.000 euros más que en 2013), con el fin de aportar unos 60.000 euros directamente a las parroquias, que son las que tienen un primer contacto directo con los afectados.

Infancia

Con respecto al debate sobre el debate con respecto a la apertura de comedores escolares durante el verano, Ángel Dorrego ha apuntado que, pese a que serían necesarios, podrían resultar "socialmente denigrantes" para los menores.

Por ello, ha señalado que una de las alternativas, que Cáritas está estudiando, sería la apertura de una especia de cocina económica, a la que las madres o padres podrían ir a buscar la comida.

El director de Cáritas Diocesana también se ha referido a la polémica por la actitud de algunos políticos con respecto a los datos que esta organización ha publicado sobre la pobreza en España. "Los datos están sacados de los mismos estudios, pero ellos los interpretan de otra manera", ha afirmado Dorrego, quien ha añadido que "los políticos hablan del PIB, nosotros de la cesta de la compra; nosotros convivimos con la pobreza, ellos no".

En total, esta organización de la Iglesia católica, invirtió durante 2013 más de 1,5 millones de euros, que obtuvo, en su mayoría, de la aportación privada y de sus socios (unos 175.000 euros de particulares, 100.000 euros a través de las parroquias, 54.000 euros de empresas, y 120.000 euros de socios). El resto salió de fundaciones, como la Barrié o la de Amancio Ortega, de la Conferencia Episcopal, y de subvenciones oficiales.