Isabel Gradaille Gil es la rápida; Claudia Álvarez Costas, la especialista en los cálculos con figuras; y Julia Villasur Villalba, la que lo repasa todo con más calma. Juntas, estas tres alumnas de 11 y 12 años del Colegio Chans de Bembrive, forman un equipo perfectamente coordinado que acaba de alzarse con el segundo puesto en la final gallega del Rebumbio Matemático. Ellas prefieren decir que son las mejores alumnas gallegas de 6º de Primaria en Matemáticas, ya que los primeros en el certamen fueron tres chicos de Lugo.

Con solo una semana de preparación gracias a la dedicación de su profesora Marta Mariño Costales, estas tres estudiantes solo se confundieron en un detalle. Y eso que las matemáticas no son su especialidad. El director del colegio, Fidel Taladrid, las define como "tres monstruos" que todo lo hacen bien. En su expediente, solo se les resiste el sobresaliente en una asignatura: gimnasia (que aprueban con notable). Ninguna se plantea un futuro en las matemáticas. Isabel, que también toca el fagot y la guitarra, se ve vestida con una bata blanca de médico; mientras que Julia quiere trabajar con niños y se debate entre Pediatría y Magisterio. Claudia aún no lo tiene claro, pero el arte es lo que más le interesa.

Una de las claves de su reciente éxito fue su perfecta coordinación, fruto de sus nueve años de amistad. Cuentan que pasaron más nervios en la primera eliminatoria, celebrada en el colegio Rosalía de Castro, que en la final, que acogió el Museo Militar de A Coruña. Un recorrido por la ciudad herculina fue el hilo conductor de los ejercicios del certamen. Para este trío, lo más difícil fue hallar el número de placas que cubren la fachada de la Casa del Hombre. Lamentan que no hubiera más problemas de lógica, que son los que más les gustan, y cuentan que para el jurado no importaba tanto el resultado como el proceso con el que lo habían alcanzado. En el colegio las recibieron como se merecen unas campeonas: sus compañeros les hicieron el paseíllo triunfal y una pancarta a las puertas de la escuela anuncia su logro.

Estas pequeñas pitagorines no dejan pasar la oportunidad de vincular su éxito al de la Educación Pública. De los quince colegios que llegaron a la final, solo cinco eran públicos. Consideran que los centros privados tienen más oportunidades de acudir a este tipo de actividades por cuestiones económicas. Fidel Taladrid explica que para preparar a las tres alumnas para la final tuvieron que suplir exprimir el horario para suplir a su profesora en otras tareas. Además, el presupuesto del centro es insuficiente para hacer frente a los gastos de desplazamiento para acudir al certamen y fueron los padres los que se tuvieron que hacer cargo de ellos. "¡A nosotros ya nos cuesta pagar la calefacción!", lamenta.

El Rebumbio Matemático es un certamen que trata de divulgar las enseñanzas matemáticas de forma creativa y divertida. Está organizado por la Asociación Galega do Profesorado de Educación Matemática (AGAPEMA), con la intención de establecer un contacto entre los centros de Primaria de la comunidad y que este se mantenga vivo. La actividad, que celebró este año su décimo tercera edición, trata de fomentar el espíritu cooperativo y de trabajo en grupo, algo que se respira en el equipo formado por Claudia, Julia e Isabel

Las tres dan el paso el próximo curso al instituto. En concreto, tiene la suerte de recibirlas el Carlos Casares. Allí, esperan poder permanecer juntas y repetir hazaña en las Olimpiadas de Matemáticas.