Un juzgado a pedazos. La escasez de espacio en los edificios judiciales vigueses no es una problemática nueva. Pero hay ocasiones en que se evidencia de forma especial. Es lo que acaba de ocurrir con la puesta en marcha del juzgado de refuerzo para las salas laborales: la falta de sitio ha obligado a distribuir al equipo de apoyo, formado por un juez, un secretario y dos funcionarias, en pequeñas estancias de tres tribunales distintos que ni siquiera coinciden, en uno de los casos, en la misma planta del inmueble. Una situación a la que se une la falta de ciertos medios, ya que cuando ya se ha cumplido un mes desde que arrancó el refuerzo, las funcionarias aún no tienen ni impresora... ni teléfono.--- NO TOCAR ---

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