La farmacia de la Porta do Sol que ahora se encuentra en concurso de acreedores no es una más en Vigo. Ubicada en el corazón de la ciudad de la ciudad olívica, se abrió en 1933, hace ya 80 años. El actual propietario la compró en el año 2009, sucediendo así a tres generaciones de la familia que la fundó, los Bernardo Borrajo.

Esta farmacia situada en la esquina con la calle Carral tiene historia. Y es que en el establecimiento quedó incrustada una bala disparada en plena Guerra Civil, en julio de 1936, durante un tiroteo que tuvo como escenario la Porta do Sol. El proyectil se encuentra en la madera del retablo que separa la rebotica de la entrada. Aquel día de 1936 en el que entró por la ventana se encontraban en laoficina farmacéutica su fundador y un trabajador.

Ochenta años después de su puesta en marcha, la botica pasa ahora por momentos delicados por los sucesivos cambios que se han producido en el sector a lo largo de los últimos años.